Colegio Americano de Pediatría: «la ideología de género es nociva»

El Colegio Americano de pediatras insta a educadores y legisladores a rechazar todas las políticas que condicionan a los niños a aceptar como normal una vida de suplantación química y quirúrgica del sexo opuesto. Los hechos, -no la ideología – determinan la realidad. Informe adjunto en versión original en PDF

1. La sexualidad humana es un rasgo biológico binario objetivo: «XY» y «XX» son marcadores genéticos de varón y mujer, respectivamente, no marcadores genéticos de un trastorno. La norma para el designio humano debe concebirse como hombre o mujer. La sexualidad humana es binaria por diseño con el propósito obvio de la reproducción y el florecimiento de nuestra especie. Este principio es evidente. Los desórdenes extremadamente raros del desarrollo sexual (DSDs), incluyendo pero no limitado a la “feminización testicular” y la “hiperplasia suprarrenal congénita”, son todas las desviaciones médicamente identificables de la norma sexual binaria y son justamente reconocidos como trastornos de diseño humano. Los individuos con DSDs no constituyen un tercer sexo.1

2. Nadie nace con un género. Todo el mundo nace con un sexo biológico. El género (conciencia y sentido de uno mismo como hombre o mujer) es un concepto sociológico y psicológico; no una realidad biológica. Nadie nace con una conciencia de sí mismo como hombre o mujer. Esta conciencia se desarrolla con el tiempo y, como todos los procesos de desarrollo, puede ser desviada por percepciones subjetivas, relaciones y experiencias adversas durante el proceso de desarrollo de la infancia. Personas que se identifican como «sentirse como del sexo opuesto» o «en algún lugar entre» no incluyen un tercer sexo. Siguen siendo varones o mujeres biológicos.2,3,4

3. Una persona que cree que él o ella es algo que no es, en el mejor de los casos, muestra un signo de pensamiento confuso. Cuando un niño biológico sano cree que es una chica o una chica biológica sana cree que es un niño, hay un problema psicológico objetivo que yace en la mente no el cuerpo. Existe y debe tratarse como tal. Estos niños sufren “disforia de género” (GD). La disforia de género, anteriormente considerada como “trastorno de identidad de género” (GID), es un desorden mental reconocido en la edición más reciente del Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-V).5 Las teorías de aprendizaje social y psicodinámica de “disforia de género” y “trastorno de identidad de género”  nunca han sido desmentidas.2,4,5

4. la pubertad no es una enfermedad y el bloqueo de la pubertad mediante hormonas puede ser peligroso. Reversible o no,- bloqueando la pubertad con hormonas induce un estado de enfermedad, -la ausencia de la pubertad– e inhibe el crecimiento y fertilidad en un chico previamente biológicamente sano.6

5. De acuerdo con el DSM-V, el 98% de los casos de confusión de género en niños y el 88% de confusión de género en niñas finalmente aceptan su sexo biológico después de pasar naturalmente a través de su pubertad.5

6. los niños que utilizan los bloqueadores de la pubertad para hacerse pasar por el sexo opuesto requieren hormonas sexuales en su adolescencia tardía. Las hormonas de cruce de sexo (testosterona y estrógenos) están asociadas a peligrosos riesgos para la salud incluida, pero no limitada, a la presión arterial alta, coágulos sanguíneos, accidente cerebro-vascular y cáncer.7,8,9,10

7. Los índices de suicidio son 20 veces mayores entre los adultos que usan hormonas de cruce sexual y se someten a cirugía de reasignación de sexo, incluso en Suecia que se encuentra entre los países de mayor aceptación de LGBTQ.11¿Qué persona razonable y compasiva condenaría a los niños pequeños a este destino sabiendo que después de la pubertad el 88% de las niñas y 98% de los niños,  terminarían aceptanto la realidad y alcanzarían un estado de salud física y mental?

8. El acondicionamiento de los niños en la creencia de que toda una vida de suplantación química y quirúrgica del sexo opuesto es normal y saludable es un “abuso infantil”. Respaldar la discordancia de género como normal, a través de la educación pública y las políticas legislativas, confundirá a los niños y a los padres, llevando a más niños a presentarse a las «clínicas de género» donde se les tratará con hormonas bloqueadoras de la pubertad. Esto, a cambio, garantiza virtualmente «elegir» una vida de tratamientos tóxicos carcinógenos y hormonas de cruce de sexo, y la consideración de una mutilación quirúrgica innecesaria de partes de su cuerpo saludable como adultos jóvenes.

Fuente: Cívica

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