El Hospital Belén de Trujillo ha sido escenario de un caos en los últimos días, con decenas de ciudadanos que se congregaron en sus afueras en busca de atención médica. Las largas colas y la falta de información generaron malestar entre los pacientes, quienes exigían un mayor interés por parte de los profesionales de la salud.
Madres de familia con sus pequeños a cuestas esperaron durante más de dos horas a las puertas del hospital, soportando el calor y la falta de espacio. La situación se tornó aún más insoportable cuando se dieron cuenta de que nadie salía a darles información sobre la demora. «Llevamos más de dos horas y no salen a decirnos nada, solo se escucha que se cayó el sistema, este problema es de siempre», comentó una madre visiblemente molesta.
Diversos medios constataron que dentro del nosocomio también había una gran cantidad de personas a la espera de atención médica. La situación no discriminaba por edades, y los adultos mayores eran uno de los grupos más afectados. Una anciana manifestó su preocupación por la falta de prioridad que se les brindaba, a pesar de su vulnerabilidad. «Dicen que no hay sistema, algunos estamos desde la madrugada, otros desde las 6:00 a.m. Solo ingresa la gente de la cola general mas no de la preferencial», mencionó con indignación.
La realidad es que ancianos, adultos, embarazadas y niños continuaron esperando en las calles sin recibir atención médica, a pesar de las emergencias que podrían estar experimentando. Esta situación generó incomodidad y críticas hacia el personal del Hospital Belén. «Hasta donde dé la atención, sino ya se van a su casa, eso nos dicen. No nos tratan bien. Estoy bien decepcionada, esto es terrible», concluyó otra madre de familia, reflejando la frustración generalizada.
Es evidente que el Hospital Belén de Trujillo enfrenta serias dificultades en la gestión de la demanda de atención médica. La falta de información, la demora en la atención y la falta de prioridad para los grupos vulnerables son problemas que deben ser abordados de manera urgente. Los ciudadanos tienen derecho a recibir una atención médica oportuna y de calidad, y es responsabilidad de las autoridades y del personal del hospital garantizarlo.
Ante esta situación, es necesario implementar medidas efectivas para optimizar el funcionamiento del hospital y mejorar la experiencia de los pacientes. Es fundamental fortalecer la comunicación con los ciudadanos, brindando información clara y actualizada sobre los tiempos de espera y las posibles demoras. Además, se debe establecer un sistema de priorización que considere las necesidades especiales de los grupos más vulnerables, como los ancianos, las embarazadas y los niños.
La inversión en recursos humanos y tecnológicos también es fundamental para superar esta crisis. Es necesario contar con un personal médico y de enfermería suficiente, así como con sistemas informáticos eficientes que agilicen los procesos de registro y atención de los pacientes. Asimismo, se deben implementar medidas preventivas para evitar el colapso del sistema, como la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, así como la descentralización de la atención médica hacia otros centros de salud de la región.
