Grecia está enfrentando una crisis climática sin precedentes a medida que la ola de calor más extensa en la historia del país asola sus tierras con temperaturas máximas que alcanzan los 45 grados. Los cálculos del Instituto Meteorológico Nacional advierten que esta situación podría extenderse por 16 a 17 días, superando así cualquier registro previo. Esta emergencia climática ha puesto en alerta a las autoridades griegas, quienes han advertido sobre el riesgo muy alto de incendios en siete regiones debido a las altas temperaturas.

El cambio climático ha sido señalado como el principal responsable detrás de las temperaturas extremas y los eventos climáticos cada vez más intensos. La quema de combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, ha liberado una gran cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, atrapando el calor y contribuyendo al calentamiento global. Como resultado, estamos presenciando olas de calor más frecuentes y severas en diferentes partes del mundo.

Grecia no ha sido la excepción a esta creciente tendencia. El aumento de las temperaturas y la sequedad extrema han propiciado condiciones ideales para la propagación de incendios forestales devastadores en la región de Atenas y en la península del Peloponeso. A pesar de los esfuerzos de los bomberos locales, la magnitud de la situación ha llevado a solicitar ayuda internacional, con decenas de bomberos de países como Rumania, Bulgaria, Polonia, Eslovaquia y Malta llegando para reforzar los esfuerzos de extinción de incendios.

El hecho de que la ola de calor pueda durar varios días y se repita en veranos consecutivos indica un patrón preocupante. El director de investigación del Observatorio Nacional, Kostas Lagouvardos, ha expresado su inquietud por esta situación y destaca que «algo que nunca antes había ocurrido en nuestro país» ahora es una realidad con la que tienen que lidiar. Los ciudadanos también están sintiendo el impacto, y muchos expresan su preocupación por la frecuencia y la intensidad cada vez mayor de estas olas de calor.

Los expertos en cambio climático enfatizan que la situación actual de Grecia es solo una muestra de lo que podría convertirse en una tendencia global si no se toman medidas para abordar la crisis climática. Es urgente adoptar políticas y acciones concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global. La transición hacia fuentes de energía renovable y sostenible es esencial para mitigar los efectos del cambio climático y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.