La región ha logrado avances significativos en el ámbito de la salud, especialmente en la mejora de los indicadores relacionados con la anemia en niños menores de 36 meses. La Gerencia Regional de Salud (Geresa) informó recientemente que, durante el periodo comprendido entre enero y mayo de este año, se observó una reducción del 7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Estos resultados positivos son el reflejo de los esfuerzos y estrategias implementadas en el sector de la salud para abordar y combatir la anemia en la población infantil. El trabajo conjunto de los profesionales de la salud, las autoridades y la comunidad en general ha sido fundamental para avanzar en la mejora de la salud de los niños y niñas de la región.

La disminución de la anemia es uno de los aspectos más destacados. Durante el periodo de enero a mayo de 2022, aproximadamente el 29.9% de los menores de 36 meses en la región padecían esta condición. Sin embargo, en el mismo periodo de este año, esa cifra ha disminuido significativamente, alcanzando un 22.9%. Estos datos alentadores fueron compartidos por el gerente regional de Salud, Aníbal Morillo Arqueros.

El plan implementado para tratar y prevenir la anemia incluye el suministro de suplementos y la fortificación casera de alimentos para menores de 36 meses, gestantes y adolescentes como parte de la atención de la salud materno-infantil, según mencionó Morillo Arqueros.

Además de la anemia, otro objetivo importante de este plan es reducir la desnutrición crónica en niños y niñas menores de 5 años, que actualmente afecta al 15.8% de la población infantil evaluada, es decir, a 88,875 menores en todo el departamento.

Para abordar este desafío, se están llevando a cabo sesiones informativas y educativas por parte del personal de salud en todas las Redes de Salud. Se ha puesto un énfasis especial en las zonas de Sánchez Carrión, Julcán y Santiago de Chuco, donde la problemática se presenta en mayor proporción.

Tanto la desnutrición crónica como la anemia son condiciones de salud que afectan a los niños y están estrechamente relacionadas con una alimentación inadecuada. La desnutrición crónica se produce debido a la falta de ingesta de calorías y proteínas durante los primeros años de vida, mientras que la anemia se debe a la deficiencia de hierro en la sangre, un nutriente esencial para el desarrollo del sistema nervioso, el rendimiento físico y el sistema inmunológico.

Estas problemáticas representan desafíos significativos para la salud pública, y es responsabilidad tanto del Gobierno Nacional como de los gobiernos regionales y locales abordar estos problemas de manera integral.

Además de las estrategias mencionadas, es fundamental mejorar el acceso a agua segura, ya que la falta de ella puede provocar enfermedades como parasitosis y diarreas, que a su vez son factores causales de la anemia. La implementación de medidas para garantizar el suministro de agua potable y el saneamiento adecuado contribuirá en gran medida a la prevención de estas enfermedades y, en consecuencia, a la reducción de la anemia y la desnutrición crónica en la región.