¿Qué es la OTAN y cómo ha cambiado por la guerra en Ucrania?

Esta alianza occidental de defensa mutua es crucial en la ofensiva contra Rusia, aunque Ucrania no sea miembro de ella.


Por Matthew Mpoke Bigg

Los líderes de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reúnen en Vilna, la capital de Lituania, a partir del martes para una cumbre anual que estará dominada por la respuesta a la guerra en Ucrania.

La mayor guerra en Europa desde la creación de la OTAN hace 74 años ha reavivado la agrupación, devolviéndola a sus raíces de la Guerra Fría como alianza de combate. También ha planteado cuestiones controvertidas sobre la ayuda militar al gobierno de Kiev y las candidaturas de adhesión de Suecia y la propia Ucrania.

El lunes por la noche, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dio respuesta a una de esas preguntas al afirmar que Turquía, que había estado bloqueando el ingreso de Suecia en la alianza, ya no se interpondría en su camino.

“Esto es bueno para todos nosotros”, dijo Stoltenberg. “Esto es bueno para Suecia —Suecia se convertirá en miembro de pleno derecho— y es bueno para Turquía, porque Turquía es un aliado de la OTAN que se beneficiará de una OTAN más fuerte”.

Pero se espera que las otras cuestiones se ciernan sobre la cumbre de dos días, en la que está el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros líderes. Será la primera cumbre en la que participe Finlandia, que este año se convirtió en el 31º Estado miembro de la OTAN, tras abandonar una prolongada política de neutralidad respecto a Moscú. La adhesión de Finlandia fue un signo dramático de cómo la guerra ha galvanizado a la OTAN, en perjuicio del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien ha citado la expansión de la alianza hacia el este como una de las razones para invadir Ucrania.

He aquí una guía rápida de la alianza y de cómo ha cambiado su papel ante la guerra en Ucrania:

La alianza de defensa mutua se estableció en 1949, después de la Segunda Guerra Mundial, por Estados Unidos, Canadá y 10 países europeos.

El tratado que da nombre a la alianza tiene 14 artículos, que todos los miembros de la OTAN deben cumplir. Uno de los artículos más importantes del tratado es el artículo 5, que declara que un ataque contra un Estado miembro es un ataque contra todos ellos.

Ese artículo puso a Europa Occidental bajo la protección de Estados Unidos frente a una Unión Soviética que estaba consolidando su dominio sobre Europa Central y Oriental y que entonces solo parecía crecer en poder y ambición.

Tras el colapso de la Unión Soviética a principios de la década de 1990, la alianza asumió un papel más amplio. Las fuerzas de la OTAN —compuestas por tropas voluntarias de los Estados miembro— operaron como fuerzas de paz en Bosnia en la década de 1990 y bombardearon Serbia en 1999 para proteger a Kosovo, donde la alianza todavía tiene tropas.

Además de Estados Unidos y Canadá, los países que entraron en la OTAN en 1949 son: Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, los Países Bajos, Portugal y el Reino Unido.

Desde entonces, se han incorporado otros 18 poderes europeos: Albania, Alemania, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Macedonia del Norte, Montenegro, Polonia, República Checa, Rumanía y Turquía.

La adhesión de Finlandia añade a la alianza uno de los ejércitos más potentes de Europa Occidental. Al mismo tiempo, el compromiso de la OTAN con la defensa colectiva se extenderá ahora a un país que comparte una frontera de 1336 kilómetros con Rusia.

Stoltenberg, que hizo el anuncio sobre Suecia desde Vilna, dijo que el presidente Recep Tayyip Erdogan había levantado sus objeciones a la entrada de Suecia y llevaría la candidatura del país a su Parlamento para su ratificación lo antes posible.

Se esperaba que Stoltenberg, ex primer ministro noruego que ocupa el cargo desde 2014, renunciaría en septiembre. Pero la semana pasada anunció que había aceptado prorrogar su mandato hasta octubre de 2024.

Su nuevo nombramiento elimina la polémica cuestión de quién le sucedería en la cumbre, tras semanas en las que se barajaron los nombres de varios posibles aspirantes.

Entre ellos figuraban el primer ministro de Estonia, Kaja Kallas, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

En 2019, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que la OTAN estaba clínicamente muerta y cuestionó el compromiso de Estados Unidos con la alianza. Pero desde la invasión a Ucrania a gran escala por parte de Rusia en febrero de 2022, la OTAN se ha vuelto relevante de nuevo.

Aunque la alianza no proporciona directamente ayuda militar a Ucrania, los países de la OTAN han enviado decenas de miles de millones de dólares en equipos, encabezados por Estados Unidos, el mayor donante global. Todos los Estados miembro de la OTAN debaten la ayuda militar a Ucrania en reuniones mensuales en Ramstein, Alemania. La alianza también ha ayudado a coordinar los pedidos de ayuda humanitaria de Ucrania.

Uno de los debates es si los países de la OTAN deberían suministrar aviones de combate F-16, que, según Ucrania, mejorarían su capacidad de defensa aérea a largo plazo. Un alto mando de la OTAN declaró este mes que, aunque se estaba estudiando la posibilidad de suministrar los aviones, era poco probable que llegaran a tiempo para la actual contraofensiva ucraniana.

La guerra también ha dado un nuevo protagonismo a los países situados a lo largo de la frontera oriental de la OTAN, en particular los Estados bálticos y Polonia, un país que ha adquirido una nueva e importante influencia dentro de la alianza. El presidente de Polonia, Andrzej Duda, fue uno de los primeros líderes extranjeros en visitar Kiev tras el inicio de la invasión y ha sido uno de sus defensores más acérrimos. El gobierno polaco también apoya firmemente la candidatura de Ucrania a la OTAN.

Junto con Finlandia, Suecia solicitó el ingreso en la alianza en mayo de 2022, rompiendo su propia política de neutralidad hacia Rusia. Pero el presidente de Turquía, miembro de la OTAN, había bloqueado su candidatura, diciendo que Suecia ha albergado a exiliados kurdos y refugiados afiliados al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que Turquía considera un grupo terrorista.

El presidente Biden declaró la semana pasada que esperaba “ansiosamente” la aceptación de Suecia en la OTAN, aunque en aquel momento las posibilidades parecían escasas. El lunes, Erdogan dijo que la Unión Europea debería abrir el camino para que Turquía se uniera al bloque antes de que Turquía permitiera a Suecia unirse a la OTAN.

Como parte del acuerdo para la admisión de Suecia, Suecia ayudará a revitalizar la solicitud de Turquía para entrar en la Unión Europea, los dos países trabajarán juntos contra el terrorismo, y la OTAN establecerá un nuevo “coordinador especial para la lucha contra el terrorismo”, dijo Stoltenberg.

Todos los demás miembros de la OTAN habían apoyado la candidatura de Suecia, excepto Hungría, que había dicho que estaba esperando a que Turquía diera su visto bueno.

El ingreso en la OTAN ha sido durante años un objetivo central de la política exterior de Ucrania, parte de su plan para asegurar su futuro dentro de la Unión Europea y Occidente. Ya en 2008, la OTAN dijo que Ucrania acabaría convirtiéndose en miembro. La invasión rusa elevó la apuesta, y el gobierno de Kiev solicitó el ingreso en la OTAN en septiembre del año pasado.

Mientras que países como Polonia y otros de Europa del Este están a favor de dar a Ucrania una hoja de ruta hacia la adhesión, Estados Unidos, Alemania y Francia, reacios a dar un paso que podría ampliar la guerra con Rusia, se han resistido.

Afirman que la prioridad debe ser ayudar militarmente a Ucrania y dejar la cuestión de la adhesión para más adelante. El presidente Biden declaró en una entrevista a la CNN emitida el domingo que Ucrania no estaba preparada para la adhesión y que era “prematuro” iniciar el proceso de adhesión durante la guerra.

Otros países de Europa, como Irlanda y Austria, han optado por no adherirse a la OTAN, a menudo debido a una política de neutralidad.

Bielorrusia, otro país fronterizo con Rusia, no es miembro de la OTAN. El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, es un aliado cercano de Putin y permitió que su país se utilizara como base para la invasión a Ucrania.

Fuente: New York Times

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