Una protesta en la localidad de Las Naves, en el centro andino de Ecuador, contra la actividad minera llevada a cabo por la empresa Curimining, subsidiaria de la canadiense Adventus Mining, dejó al menos 13 personas heridas y dos detenidas el pasado viernes 14 de julio, según informaron las autoridades y los manifestantes.

La Policía, a través de su cuenta de Twitter, informó que el personal policial fue atacado por personas con actitud agresiva que se oponen a la consulta ambiental requerida para que la empresa continúe su proyecto de explotación de oro y cobre en la zona. Este acto violento resultó en tres policías heridos y daños materiales. Una «turba» lanzó piedras, palos, bombas incendiarias y escopetas contra una unidad policial.

La Fiscalía también reportó en la misma red social que dos personas habían sido detenidas como presuntas responsables de causar daños materiales a la instalación policial en Las Naves, una localidad de aproximadamente 5.000 habitantes. La Fiscalía solicitó apoyo policial para reforzar la seguridad en la zona. Por su parte, la Policía afirmó que la situación estaba bajo control y que se había restablecido el orden público.

El Frente Nacional Antiminero, conformado por varios sectores indígenas, confirmó a través de Twitter que al menos dos personas habían sido detenidas y diez resultaron heridas durante los enfrentamientos con la Policía. Según la fuente, alrededor de 300 miembros de la Policía de Ecuador utilizaron bombas lacrimógenas y lanzaron piedras contra la población. Se informó que una mujer de edad avanzada resultó con una fractura en el tobillo debido al impacto de una piedra.

La producción minera a gran escala en Ecuador ha sido objeto de rechazo por parte de grupos ambientalistas y sectores como la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), que han participado en protestas sociales en el pasado, incluso llevando al derrocamiento de tres presidentes entre 1997 y 2005.

Además de las elecciones generales anticipadas que se llevarán a cabo el 20 de agosto, se realizará una consulta popular promovida por los antimineros para determinar si se prohíbe o no la explotación de recursos en seis parroquias rurales de Quito.

La protesta en Las Naves refleja la creciente tensión entre los defensores de la actividad minera y aquellos que argumentan que los proyectos mineros amenazan el medio ambiente y los derechos de las comunidades locales. El desafío ahora es encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del entorno natural y los derechos de las comunidades afectadas, un desafío que las autoridades ecuatorianas deberán abordar en el futuro cercano.