En la tarde del viernes, un devastador bombardeo ruso sacudió el asentamiento de New York, ubicado en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, dejando a su paso una estela de destrucción y tragedia. Según informaron las autoridades ucranianas a través de Facebook, al menos cuatro personas perdieron la vida y otras tres resultaron gravemente heridas como consecuencia de este ataque mortal. Las víctimas, incluido un matrimonio, fueron alcanzadas por bombas aéreas FAB-250, utilizadas por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial para atacar fortificaciones y puentes, cuyo peso ronda los 250 kilogramos.

La Fiscalía ucraniana entregó detalles desgarradores sobre la magnitud del ataque. Los equipos de rescate trabajaron arduamente para recuperar los restos de las víctimas de entre los escombros de una casa que quedó completamente destruida por la fuerza de las explosiones. Además, una mujer que resultó herida en el ataque perdió a su esposo, sumando un dolor aún mayor a la tragedia.

Las ondas expansivas de los proyectiles causaron daños a edificios residenciales y otras dependencias cercanas, dejando una escena desoladora en el lugar del ataque. Las fuerzas del orden y los equipos de rescate ucranianos se movilizaron de inmediato para atender la emergencia y establecer el número definitivo de víctimas que dejó este brutal bombardeo.

Pero la desgracia no se limitó solo a New York. En otros puntos de la región de Donetsk, los bombardeos rusos cobraron más vidas y provocaron daños materiales significativos. Pavlo Kirilenko, jefe de la administración militar regional, confirmó la muerte de otras dos personas en Druzhba, y reportó que dos más resultaron heridas. De manera similar, Serguei Lisak, jefe de la región militar de Dnipropetrovsk, informó sobre tres personas heridas en Nikopol, al sur de Ucrania, debido a otro bombardeo con fuego de artillería por parte de fuerzas rusas.

El dolor y el sufrimiento causados por estos ataques no se detuvieron ahí. En Kostiantinivka, dos civiles perdieron la vida a causa de los misiles Grad lanzados por las fuerzas de ocupación. Otras personas resultaron heridas y numerosas viviendas, automóviles y una tubería de gas sufrieron daños severos.

Estas tragedias humanas y la devastación masiva son solo una muestra más de la profunda crisis que atraviesa Ucrania debido al conflicto armado con Rusia, que ha cobrado la vida de innumerables personas inocentes y ha dejado comunidades enteras desplazadas y sumidas en el miedo y la incertidumbre.