El Ejército Popular de Liberación (EPL) ha llevado a cabo una reestructuración sin precedentes en la última década. Dos influyentes generales, responsables de la supervisión del arsenal nuclear del país, han sido destituidos de sus puestos en circunstancias misteriosas. La destitución de Li Yuchao y Liu Guangbin, quienes encabezaban la Fuerza de Misiles del EPL, ha generado interrogantes y especulaciones sobre las implicaciones de este movimiento en la estrategia de poder del presidente Xi Jinping.

Este cambio en la cúpula del Ejército chino ha llamado la atención de observadores internacionales y analistas de política china. La consultora Cercius, con sede en Canadá, señaló recientemente que la situación de varios funcionarios actuales y retirados de la Fuerza de Misiles del EPL sigue siendo un misterio sin resolver. El presidente Xi Jinping, quien preside la Comisión Militar Central (CMC), el máximo órgano de defensa chino, ha estado bajo la lupa en relación con estos cambios.

El diario South China Morning Post, con sede en Hong Kong, informó que la unidad anticorrupción de la CMC está investigando a Li y a otros funcionarios de la Fuerza de Misiles. Este enfoque en la lucha contra la corrupción en el ejército se ha convertido en una parte integral de la estrategia de Xi para fortalecer la preparación y la disciplina del Ejército chino. La CMC ha emitido directrices que enfatizan la necesidad de «disuadir, eliminar y prevenir la corrupción» para mejorar la disposición del ejército en el combate.

La designación de Wang Houbin como el nuevo jefe de la Fuerza de Misiles y de Xu Xisheng como el nuevo comisario político ha suscitado especulaciones sobre la intención detrás de estos nombramientos. Lyle Morris, un experto en asuntos chinos, sugiere que esta reestructuración es más un movimiento político que operativo, destinado a llenar las filas con individuos de confianza de Xi. Esto es especialmente notable dada la falta de experiencia de los nuevos funcionarios en la propia fuerza de misiles.

La destitución de altos líderes militares no es un fenómeno aislado en la administración de Xi Jinping. La misteriosa desaparición del exministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, y su posterior reemplazo por Wang Yi, sigue siendo un ejemplo de la volatilidad de las posiciones de liderazgo bajo el régimen de Xi. Este patrón sugiere que, a pesar de su consolidación en el poder durante más de una década, Xi sigue lidiando con incertidumbres en el aparato de liderazgo del partido.

En cuanto a la estrategia militar china hacia Taiwán, la Fuerza de Misiles desempeña un papel crucial en los simulacros de fuego real cerca de la isla. La selección de Wang Houbin, con experiencia en planificación estratégica, como líder de esta unidad, ha llevado a algunos expertos a especular sobre la posibilidad de una invasión de Taiwán. Sin embargo, los observadores argumentan que los cambios en la cúpula no necesariamente indican un cambio drástico en la política hacia Taiwán, ya que los planes militares se establecen a largo plazo y tienden a trascender a las figuras de liderazgo individuales.

La reestructuración del Ejército chino y la destitución de altos líderes plantean preguntas intrigantes sobre las motivaciones y el futuro de Xi Jinping en el poder. Si bien el enfoque en la disciplina y la lucha contra la corrupción es evidente, el verdadero impacto de estos cambios en la estrategia de poder de Xi está destinado a desvelarse con el tiempo. Como ha demostrado el pasado, las incertidumbres en el liderazgo del partido chino continúan siendo una característica inherente de la era de Xi.