Más de 100 universitarios egresados se encuentran en una situación de estancamiento en sus carreras profesionales debido a obstáculos en el proceso de titulación en la Universidad Católica de Trujillo (UCT). Las denuncias de irregularidades han salido a la luz gracias a María Mogollón, presidenta nacional del Colectivo Universitario y Desarrollo, quien ha levantado la alarma sobre un aparente mal manejo en el proceso de revisión de tesis y conformación de comités evaluadores en esta institución educativa.
El proceso académico y la titulación universitaria son pilares fundamentales en la formación de profesionales competentes y capacitados para contribuir al desarrollo de la sociedad. Sin embargo, las acusaciones de Mogollón ponen de relieve una problemática que amenaza con socavar la confianza en el sistema educativo superior y debilitar los esfuerzos de los estudiantes por ingresar al campo laboral en sus respectivas disciplinas.
El proceso de titulación en cualquier universidad es un proceso riguroso y crucial que implica la presentación y evaluación de una tesis, así como la revisión y aprobación por parte de un comité evaluador. Según las denuncias, los egresados de la UCT han enfrentado desafíos en este proceso. Luego de múltiples revisiones y ajustes a sus tesis, algunos estudiantes han sido sorprendidos por nuevas observaciones y revisiones por parte de un comité que, según afirman, no figura en los registros oficiales de la institución.
María Mogollón, al frente del Colectivo Universitario y Desarrollo, no solo ha expuesto la situación a través de los medios de comunicación, sino que también ha presentado denuncias formales ante entidades reguladoras de la educación, como la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) y el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi).
La lucha por la obtención de un título puede ser especialmente desafiante para aquellos que residen lejos de la institución educativa, ya que les resulta complicado realizar los trámites necesarios en persona debido a las limitaciones geográficas y logísticas.
En respuesta a estas acusaciones, la UCT ha mantenido un sorprendente silencio, lo que ha aumentado la frustración de los estudiantes afectados y ha alimentado las preocupaciones sobre la posible existencia de irregularidades reales en el proceso de titulación.
