El impulso de energía limpia del país muestra una forma de escapar de la adicción al carbón. Si le preocupa el clima, una pregunta crucial es cómo las economías emergentes, que representaron el 67% de las emisiones de dióxido de carbono de la energía el año pasado, pueden cambiar a un enfoque más limpio. Obtienen un tercio de su energía primaria del carbón y deben satisfacer las aspiraciones de los ciudadanos pobres que carecen de electricidad barata. China ofrece una plantilla: su industria energética se está desplazando hacia las energías renovables. Sin embargo, todavía se está moviendo demasiado lentamente para reducir sus emisiones y muchos países pueden desconfiar de replicar su enfoque dirigido por el Estado. Un modelo alternativo ahora es visible en el otro gigante asiático, India, que se encuentra en las primeras etapas de un auge verde liderado por el sector privado. Aunque tiene fallas obvias, brinda esperanza de que India pueda dar el salto verde.