Recep Tayyip Erdogan, actual presidente de Turquía, se encuentra en serios problemas: con las elecciones presidenciales más cerca que nunca en el país turco, Erdogan parece haber encontrado en Kilicdarog, el representante de las fuerzas socialdemócratas, al adversario que logrará su eventual derrota.

Y es que el presidente turco no venía atravesando una buena racha: el reciente terremoto que azoto las tierras del país transcontinental trajo consigo una avalancha de críticas para su mandato, desde señalamientos por la poca gestión en materia preparativa ante el desastre hasta acusaciones de corrupción con constructoras que no pasaban los filtros de seguridad adecuados; todo ha sumado a que la gestión de Erdogan parezca llegar a un punto crítico en el que no cuenta con el apoyo de otros años.

Esta reciente desaprobación parece ser capitalizada por su principal contendor en este nuevo proceso democrático: Kemal Kilicdaroglu. ¿Quién es el candidato socialdemócrata que busca acabar con el mandato de Erdogan?

Kilicdaroglu, nació en un pueblo de la región de Tunceli, en el este de Anatolia. Proviene de una familia humilde y es el cuarto de siete hermanos, siendo el único que cursó una carrera universitario. Con una licenciatura en Economía y Finanzas en Ankara, Kilicdaroglu trabajó largo tiempo en las oficinas estatales del Ministerio de Hacienda de Turquía. Llegando incluso a ser premiado como ‘burócrata del año’ en 1994.

Contando con una fama de trabajador público confiable, Kilicdaroglu comenzó su carrera en la política en el partido Republicano del Pueblo, llegando inclusive a ocupar la vicepresidencia en el 2007. Tras los escándalos sexuales que involucraron al entonces presidente del Partido Republicano, Deniz Baykal, Kilicdaroglu ocupó la presidencia partidaria en el año 2010. Desde entonces, Kilicdaroglu parece haber estado esperando silenciosamente el momento adecuado para llegar a la presidencia de su país.

Y es que ahí radica una de las principales características de este contendor: su personalidad sobria e introvertida lo han llevado a forjarse apodos como «la fuerza silenciosa». Durante muchos años, se acusó a Kilicdaroglu de ser poco carismático para ocupar un puesto de alta envergadura como la presidencia. Sin embargo, el reciente apoyo demostrado en las encuestas parece romper con esa vieja creencia. ¿Será el fin para el mandato de Erdogan?