A pesar de que la agricultura peruana es bastante amplia y reconocida por sus distintas especies, la cereza no se ha posicionado todavía como una de las frutas más vendidas por el suelo nacional. No obstante, el esfuerzo para cambiar esta situación esta presente. Samuel Escalante, director de la firma Viveros el Tambo, es uno de los principales interesados en cambiar esta situación: «Actualmente, hay mucha búsqueda de información, de variedades y de lugares por parte de las empresas; sin embargo, todavía no hay un avance o novedad por resaltar», afirma el empresario.
Escalante sabe que para cambiar la situación de la cereza en el Perú hay que apostar por las variedades que posee este fruto para dinamizar su exportación a distintos públicos: «Lo que nosotros vamos a probar e internar en Perú son variedades tempranas como Sweet Aryana, Sweet Gabriel y Sweet Lorenz». De esta manera, Perú acumulara nuevas especies de cereza en sus haberes.
Escalante también apuntó que el proyecto para la plantación de estas variedades exige condiciones especiales que están siendo coordinadas por el y su equipo. El primer objetivo a cumplirse es que la estimación de la producción sobrepase los 5.000 kilos por hectárea. Luego de ello, esperan asegurar las 200 horas de frio necesarias para las plantaciones y también aprobar los ensayos de plantaciones realizados en las zonas de prueba para dar luz verde al proyecto.
Esperemos que este proyecto de diversificación agrícola llegue a buen puerto para la dinamización de la economía peruana. Desde luego, el Norte del Perú tiene que permanecer atento a estas oportunidades para desarrollarse como potencia en su rol de región exportadora nacional y a nivel latinoamericano.