Nuevo álbum de Karol G: «Mañana será bonito» ¿Brutalmente sincera?

Por: Jon Pareles

Karol G, estrella colombiana del pop mundial, dijo que escribió 60 canciones, quizá más, para su nuevo álbum, Mañana será bonito; después de un tiempo, las redujo a 17.

Las primeras, recordó en un videochat desde Medellín, Colombia, estaban llenas de “rabia, tristeza, tusa, relaciones tóxicas”. Reflejaban las secuelas de su ruptura con el rapero y cantante puertorriqueño Anuel AA en 2021, tras el fin de un romance que habían hecho público con un dueto en 2019, “Secreto”, que desde entonces ha sido reproducido más de mil millones de veces en plataformas de transmisión en continuo.

Karol G, de 32 años, escribió sobre sentirse traicionada, sobre tentaciones y dudas, sobre salir de fiesta para superar el dolor, sobre sexo sin compromiso con un ex. Pero al final se encontró a sí misma escribiendo canciones de amor cauteloso y contando sus bendiciones. Pocas semanas antes del lanzamiento del álbum, el 24 de febrero, se preguntaba si había sido demasiado sincera.

“Estoy siendo muy abierta con este álbum, y eso me asusta un poco, porque no soy una persona perfecta”, dice desde su oficina en su ciudad natal, donde acababa de volver para conocer al bebé recién nacido de su hermana.

Karol G, cuyo nombre de pila es Carolina Giraldo Navarro, llevaba una sudadera enorme con capucha blanca, una de las cien que decoró a mano para una venta de artículos promocionales de edición limitada. Su cabello, que ha cambiado de color en cada ciclo de álbumes y giras —sus admiradores asisten a los conciertos con pelucas a juego—, era del rojo atrevido que develó en videos recientes.

“El disco es más Carolina que Karol G”, dijo. “Cosas personales que tenía dentro, las soltaba en mis letras. La gente va a saber mucho de mi vida personal con mis canciones. Pero ya no quiero tener las canciones dentro de mí, porque sé que la gente puede sanar muchas cosas con la música. Escribir canciones para mí es una muy buena manera de curar cosas que no puedo explicar”.

Admitió estar nerviosa antes del lanzamiento. “Ahora mismo, noto que los artistas se esfuerzan mucho por encontrar un concepto, por ser muy experimentales”, dijo. “Eso me encanta. Y es una buena manera de hacer arte. Pero el concepto de este álbum soy yo misma. No quería que la gente pensara que era muy simple o normal. Pero entonces publicamos el anuncio de mi álbum, y ya hay más de 80 millones de visitas en Instagram. Ahora estoy estresada porque creo que las expectativas son muy altas”.

Se espera que Mañana será bonito sea un éxito en ventas siguiendo la estela del álbum de Karol G de 2021, KG0516. Ese disco incluía su colaboración multimillonaria de 2019 con Nicki Minaj, “Tusa”, y la canción que contribuyó a su mitificación en 2020, “Bichota”, una palabra que Karol G acuñó transformando la palabra “bichote” —en argot puertorriqueño: capo de la droga— en un sustantivo femenino para, como ella dice, hablar de ser una “jefa perra”, una mujer sexy y poderosa.

Su nueva jerga se puso de moda. “Bichota se convirtió en un movimiento”, dijo. “Las bichotas no lloran, las bichotas trabajan para sí mismas, las bichotas son grandes, las bichotas son fuertes, las bichotas pueden hacerlo todo. Todos pueden tener buenas canciones, todos pueden tener un momento. Pero tener un movimiento, es una cosa diferente de hallar. Y creo que es algo que no encuentras si lo estás buscando”.

Karol G actuó en el escenario principal de Coachella en 2022, incluyendo un popurrí significativo de éxitos mundiales en español de artistas que nunca habían actuado en el festival, como Selena, Ricky Martin, Luis Fonsi, Daddy Yankee y Shakira. “Fue especial para mí decir con mi espectáculo que ya estoy aquí y me siento muy orgullosa”, explicó. “Pero tengo que decir que estoy aquí gracias a esta música que nos abrió las puertas para estar aquí”.

El núcleo de la música de Karol G es el ritmo cadencioso del reguetón. Pero sus canciones sustituyen los habituales rapeos del género por atractivas melodías pop, interpretadas con su voz clara y burlona. En lugar del machismo del reguetón, ofrece una feminidad alegre y francamente positiva desde el punto de vista sexual.

Con cada álbum, Karol G también ha ido más allá del reguetón para colaborar con un abanico internacional de invitados, señal de las posibilidades cada vez mayores del pop latino, que traspasa fronteras. “Ahora mismo es un momento muy especial con la música latina, porque a nadie le importa saberse las letras, pero conectan con nuestros sonidos”, opinó.

Karol G creció rodeada de música. Su padre —quien fue su protector y mánager en los comienzos de su carrera— cantaba con una banda y traía a casa todo tipo de música: “Rock and roll, salsa, baladas, reguetón, vallenatos, de todo”, recordó.

Desde muy pequeña supo que quería cantar. Cuando era adolescente, se presentó sin éxito a la edición colombiana del programa de telerrealidad musical The X Factor, pero poco después firmó un contrato discográfico con la discográfica puertorriqueña Diamond Music, del que su padre la rescató dos años más tarde. En 2012, se había desanimado tanto que decidió abandonar la música y estudiar mercadotecnia en Nueva York.

Mi padre dejó de hablarme durante tres meses”, dijo. “Me decía: ‘No, no puedes hacer eso. Estás tirando por la borda siete años de trabajo arduo. Sé quién eres. Sé que podemos conseguirlo. Es difícil, pero cuando lo logremos, será más grande que lo demás’”.

Cuando viajaba en autobús por Nueva York, le llamó la atención un anuncio de una conferencia sobre la industria de la música en Boston. De manera impulsiva, asistió, y fue un punto de inflexión. “Sé que amo la música y que hago esto por pasión”, dijo. “Pero lo que me enseñaron en esa conferencia fue cómo la música puede ser un gran negocio, y cómo se puede trabajar así”.

Regresó a Colombia, se matriculó para estudiar música en la Universidad de Antioquia, lanzó canciones de manera independiente, se presentó en cada oportunidad que tuvo, y terminó por tener duetos con estrellas establecidas del reguetón como Nicky Jam. Su álbum debut de 2017, Unstoppable, incluía duetos con Bad Bunny y Quavo (de Migos), y le valió un premio Grammy Latino en 2018 como mejor artista revelación. Su popularidad no ha hecho más que crecer desde entonces, avivada por canciones lujuriosas como “Mi cama” y “Punto G”. En Latinoamérica, es la artista principal en conciertos de estadios.

Su colaborador constante ha sido Daniel Echavarría Oviedo, cuyo nombre artístico es Ovy on the Drums y quien ha producido la gran mayoría de sus canciones. Él adapta y refina el reguetón y otros ritmos para adaptarlos a su voz; también se esfuerza por estar a la altura de sus ambiciones. “La cabeza de Karol no para”, dijo en una videoconferencia desde Los Ángeles. “Siempre tiene un objetivo en cuanto a la dirección que debe tomar la canción, por dónde debe ir la letra. Siempre está pensando cuál es el siguiente movimiento, el siguiente paso, el siguiente logro”.

En Mañana será bonito, Karol G trabajó con Finneas (hermano y colaborador de Billie Eilish), el cantante de dancehall jamaicano Sean Paul, el cantante de bachata nacido en el Bronx Romeo Santos, el dembowsero dominicano Angel Dior y su precursora como superestrella colombiana, Shakira. También abraza a una generación mayor de reguetón con “Gatúbela”, un picante dúo con Maldy, rapero puertorriqueño del dúo Plan B, que sacó su primer álbum en 2002.

“Nunca había hecho nada con una mujer”, dijo Maldy en una entrevista telefónica a través de un intérprete. “Pero fue muy natural. Estar con una mujer que aporta esa sensualidad fue la combinación perfecta para que la canción tuviera tanto impacto. Ella tiene el carisma necesario para llevar el reguetón a otro género. Y las colaboraciones internacionales expanden el reguetón, para maximizarlo culturalmente”.

Karol G insiste en que sus híbridos y conexiones son una cuestión de instinto, no de mercadeo dirigido para entrar en el mercado anglo. “Para mí, ir a diferentes estilos de música, diferentes géneros no es difícil, porque tengo música de todas partes que realmente me encanta”, dijo. “Intento mostrar más al mundo lo que hago, en lugar de hacer cosas solo para abrir esa puerta. Quiero hacerlo con mi verdadera identidad. Si siento en mi mente que una canción tiene ese sentimiento, voy por ahí: ‘Esto es un rock, esto es una salsa, esto es un corrido mexicano’”.

Tuvo un éxito con el vals de estilo mexicano “200 copas” de KG0516, en el que aconseja a una amiga que deje a un novio terrible y salgan a beber. El nuevo álbum contiene otra, “Gucci los paños”, que rechaza furiosa y obscenamente los intentos de un exnovio de volver a estar juntos. “Si vamos a hacer una canción con el corazón roto que tiene que sonar muy brava, para mí hay que usar sonidos mexicanos”, dice.

Otra de las buenas canciones del álbum es “TGQ”, un dueto con Shakira que Karol G esperaba desde hacía tiempo. Se habían enviado canciones mutuamente en los últimos años, pero ninguna le había parecido la adecuada. Ahora, con Shakira cantando abiertamente sobre su propia ruptura, Karol G pensó que podrían compartir otra canción en la que ella estaba “soltando mucha rabia”. Cuando Shakira la escuchó, Karol G dijo: “Ella me dijo: ‘Dios mío, gracias. Esa letra es exactamente como me siento ahora mismo’”. Completaron la canción juntas, y el tema final, una balada en clave menor con tintes de reguetón, bulle de solidaridad entre mujeres.

El álbum no ofrece una narrativa. Enmarcado por dos canciones que llaman a la esperanza —“Mientras me cura del cora”, basada en “Don’t Worry, Be Happy” de Bobby McFerrin, y “Mañana será Bonito”—, la lista de canciones deambula entre aventuras y besos, excesos despreocupados y enamoramientos cautos. En “Cairo”, se reprende a sí misma por el hecho de que la aventura de una noche que había planeado haya desembocado en un afecto real: “No estoy enamorada, pero casi lo estoy”, canta.

“¡Eso pasó de verdad!”, dijo. “Yo no quería enamorarme de nuevo. No voy a intentar construir mi vida personal con nadie. Pero la vida acaba de traer a alguien a mi vida que es como sentirme feliz de nuevo, por lo que quería compartir momentos con otra persona de nuevo”.

“Eso fue algo nuevo que aprendí con este álbum”, continuó. “Iba a estar muy brava por el amor y todo eso. Y al final del álbum, vuelvo a sentirlo. Antes lo odiaba y ahora lo vuelvo a amar. Así que vamos a estar abiertos a eso”.

Fuente: The New York Times

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