El dugongo, también conocido como dugón científicamente (Dugong dugon), es un fascinante habitante de los océanos que desempeña un papel esencial en la salud de los ecosistemas marinos. Esta criatura marina, el sirenio más pequeño y único superviviente de la familia Dugongidae, despierta la atención no solo por su singularidad, sino por su importancia en la conservación costera y la lucha contra el cambio climático. En 2022, se dio un paso crucial en la protección de esta especie al establecer la primera reserva de conservación de dugongos en la región de Palk Bay, en el golfo de Mannar, al sur de la India.
El dugongo, clasificado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), juega un papel fundamental en la salud de los ecosistemas marinos. Su dieta herbívora, compuesta principalmente de pastos marinos, tiene un efecto dominó beneficioso en el entorno acuático. Al mantener los cultivos naturales de hierba marina, el dugongo contribuye a la regeneración de la misma y evita el crecimiento excesivo de algas, lo que a su vez ayuda a mantener aguas limpias y saludables. Además, la hierba marina no solo sirve como fuente de alimento para el dugongo, sino que también tiene un impacto significativo en la protección costera y la mitigación del cambio climático.
Las praderas marinas, donde el dugongo encuentra su alimento, son auténticos guardianes de la costa. Estas praderas no solo generan oxígeno y purifican las aguas, sino que también desempeñan un papel vital en la protección contra la erosión costera, la subida del nivel del mar y las catástrofes naturales al absorber la energía de las olas. Pero su importancia va más allá: las praderas marinas se presentan como poderosas aliadas en la lucha contra el cambio climático, al capturar carbono atmosférico a una tasa 35 veces mayor que la de las selvas tropicales.
Sin embargo, a pesar de su importancia crítica, las praderas marinas enfrentan una amenaza constante debido a la actividad humana y al aumento de la temperatura de los océanos. Estudios alarmantes revelan que estas valiosas praderas se están extinguiendo a una tasa alarmante del 7% anual en todo el mundo. La conservación del dugongo y su hábitat se convierte así en una prioridad no solo para la supervivencia de esta especie, sino también para el bienestar de los ecosistemas costeros y la lucha contra el cambio climático.
La creación de la reserva de conservación de dugongos en el golfo de Mannar es un paso crucial en la dirección correcta. Esta acción no solo protege al dugongo de la caza furtiva y prácticas pesqueras destructivas, sino que también establece un ejemplo inspirador para la conservación costera y la mitigación del cambio climático a nivel mundial. Al involucrar a la comunidad local y trabajar en conjunto con pescadores y poblaciones costeras, se está construyendo un puente vital entre la conservación de la biodiversidad y los objetivos climáticos globales.
Los esfuerzos para aumentar la conciencia sobre las leyes contra la caza furtiva y brindar incentivos económicos a los pescadores que liberan dugongos atrapados son ejemplos poderosos de cómo la colaboración entre las comunidades locales y las instituciones de conservación puede marcar la diferencia. Estas iniciativas no solo protegen al dugongo, sino que también benefician a otras especies marinas y contribuyen al equilibrio y resiliencia de los ecosistemas costeros.
