El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, acusó a China de intentar influir en las próximas elecciones nacionales en Taiwán a través de ejercicios militares provocativos alrededor de la isla. La acusación llega después de que China anunciara el inicio de patrullas aéreas y marítimas, así como ejercicios de la marina y las fuerzas aéreas cerca de Taiwán, una isla que Pekín considera como parte de su territorio.

En un comunicado en la red social X, el ministro Wu expresó su preocupación y condenó las acciones militares chinas, relacionándolas con «discursos intimidatorios y noticias falsas» destinados a intervenir e influir en las elecciones nacionales que están programadas para enero del próximo año en Taiwán. Wu enfatizó que la decisión sobre el futuro de Taiwán debe recaer en sus ciudadanos y no en «nuestro vecino tiránico», en referencia a China.

El aumento de la presión militar china sobre Taiwán ha sido evidente en los últimos meses, con incursiones cada vez más frecuentes de aviones de guerra chinos en el espacio aéreo taiwanés y la presencia de buques cerca de sus aguas territoriales. En esta ocasión, el ejército taiwanés informó que había detectado 42 aviones de guerra chinos y ocho buques participando en estas maniobras militares alrededor de la isla.

Esta situación no es aislada, sino que es parte de una serie de acciones que han venido desarrollándose en los últimos años. China ha incrementado su presión militar sobre Taiwán, un territorio de gobierno autónomo que Pekín considera como una provincia china rebelde. La isla ha mantenido su independencia política y es reconocida por algunos países, aunque la mayoría de la comunidad internacional sigue la política de «una sola China» que favorece a la República Popular China.

Los analistas políticos sugieren que el reciente aumento de la presión militar china podría estar relacionado con la visita del vicepresidente taiwanés, William Lai, a Estados Unidos. China ha expresado su fuerte oposición a cualquier forma de interacción entre Taiwán y otros países, especialmente Estados Unidos, que sigue siendo uno de los principales aliados de Taiwán. La visita de Lai podría haber provocado una respuesta estratégica por parte de China para reafirmar su reclamo territorial sobre Taiwán y enviar un mensaje de advertencia.