Estado fallido, país inelegible, nación inviable. ¿Crónica de una muerte anunciada?

Por Fernando Ignacio Carbone Campoverde.

En un mundo globalizado (para bien o para mal), miradas tan disimiles como las de expertos en cooperación internacional para el desarrollo, directores ejecutivos (C.E.O), analistas y decisores políticos de empresas, gobiernos y organizaciones diversas, valoran lo que va ocurriendo en diversos territorios (y en los colectivos que los habitan), y decidir en cuales de ellos es racional aportar recursos que sean bien utilizados en construir un futuro promisor para los mismos.

Su aproximación al tema es a través del estudio de los comportamientos societales (perfil de gobernanza y liderazgo en los tres niveles del Estado, observancia del derecho nacional e internacional, prácticas democráticas y de derechos humanos, promoción de la equidad interna, situación de la seguridad territorial, etc.) y de distintos indicadores, que miden los anteriores. Algunos de estos últimos, son los usualmente conocidos, como el índice de Pobreza Monetaria: el 2023, 32.3% (proyectándose al 33%) de la población peruana se encuentra afectada por la pobreza monetaria, confirmando un retroceso de las cifras logradas antes del 2019. https://observatorio.ceplan.gob.pe/ficha/t9.

Otros indicadores acaso más sensibles y desde luego más recientes (implementados en los últimos 20 años), engloban varios factores socioeconómicos (son indicadores compuestos; algunos comparten ítems, otros no, con lo cual se tiene un universo de medición bastante completo). Entre estos podemos citar:

  • El índice de Densidad del Estado (IDE); compuesto por una canasta de servicios públicos esenciales básicos (médicos por 10 mil habitantes; tasa de educación secundaria; viviendas con acceso a agua potable, instalaciónes sanitarias y alumbrado dentro de las mismas; etc.), necesarios para acceder al desarrollo humano; el IDE mide la presencia real del Estado en el territorio. El indice estratificado (de mas a menos) en quintiles, muestra que desde su medición el 2007 (con apoyo de la cooperación internacional), no se observa una variación (mejora) significativa en las zonas rurales amazónicas y surandinas del Perú. En el informe del 2007, el quintil con menos presencia del Estado abarcaba cerca del 30% del territorio nacional; si se consideraba los dos quintiles con menos presencia estatal, esto se proyectaba a un 55%, a predominio de las zonas mencionadas en el párrafo previo.

  • El indice de Desigualdad (económica, salarial). El grado de desigualdad es medido con el coeficiente Gini. Cuando asume el valor de 1 (o 100), significa que existe perfecta desigualdad y cuando asume el valor de 0, significa que existe perfecta igualdad. El Perú en los últimos 10 años el índice ha oscilado (subidas y bajadas de unos 3 puntos) en torno a 40.2 (medición del 2021).

https://datosmacro.expansion.com/demografia/indice-gini/peru

  • El índice Global de Felicidad (toma en cuenta el PIB per cápita, la percepción de corrupción, la esperanza de años de vida saludables, el apoyo social, la generosidad, la libertad para tomar decisiones vitales, entre otros). El 2023, Perú había bajado 10  posiciones en 5 años, ocupando el lugar 75 entre 137 países.

https://datosmacro.expansion.com/demografia/indice-felicidad

  • El índice de Criminalidad y Seguridad. A mediados del 2023, sobre 146 países estábamos en el lugar 11 (mientras mas alto el puesto ocupado, es peor la situación del país), con un índice de criminalidad de 67,3 y un índice de seguridad (por contraposición) de 32.4; en America latina, sobre 30 países ocupamos el lugar 7. Como muestra de ello, solo en el tema de las extorsiones, estas aumentaron en más de 50 % (12.730 denuncias registradas), entre enero y agosto de 2023, en comparación con el mismo periodo del 2022.

https://es.numbeo.com/criminalidad/clasificaciones-por-pa%C3%ADs

  • El indice de Percepción de Corrupción. Es uno de los que muestra mayor deterioro. Hasta el año 2023, el Perú estaba en el lugar 101 de 180 paises, con 36 puntos (el máximo a obtener como país no corrupto, es 100; los países nórdicos están en torno a los 90 puntos); informaciones recientes señalan que ahora alcanzamos solo 33 puntos y hemos bajado al lugar 121.

https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_percepci%C3%B3n_de_corrupci%C3%B3n

La información debe ser mirada en su conjunto, no de forma aislada; no debemos consolarnos pensando que otros países pueden estar peor. Los índices recogen y a su vez reflejan el malestar social y sus manifestaciones en diversos momentos y lugares del país. Detrás de ello se hace una lectura más fina e intuitiva; de una subyacente “normalización” de inconductas sociales poblacionales en distintos colectivos (funcionarios y servidores públicos, políticos, autoridades, empresarios, representantes gremiales, etc.); esto parece expresarse en reflexiones poblacionales preocupantes:

  • El dinero compra conciencias, honras y voluntades. Todos tienen un precio. Todos roban: que las autoridades roben pero que hagan obra; o que roben poco y que haga más.
  • En un mar de corrupción, el corrupto mayor pasa desapercibido. Corrupto es tanto el corruptor como el corrompido; no importa el ámbito del cual provengan (público o privado), en el nivel en que actúen (nacional, regional o local), o la naturaleza y dimensión del daño ocasionado o del provecho sacado; también se corrompe quien calla, amparando y perpetuando los actos de corrupción.
  • Hay quienes valoran que vale la pena ser corrupto: saben que, en el país, lo más probable es que nunca los descubran;en el raro caso que los descubran, nunca llegaran a sancionarlos (por prescripción de los delitos); y en el más raro caso que los descubran y los sancionen, lo obtenido habrá valido la pena y le aseguraran un futuro (junto con su familia).
  • En la medida que la corrupción se extiende a toda la sociedad como una mancha de aceite, se complementa con otros comportamientos delincuenciales a partir de la perdida de principios y valores éticos, morales y humanos: robo, secuestro, sicariato, violencia, injusticia, abuso, engaño, estafa, evasión, sobornos, contrabando, etc. Todo suma.
  • El engaño (o las medias verdades) y/o la desinformación, son una práctica frecuente: “mezcla verdades con mentiras y al final todo parecerá cierto” o “miente, que algo siempre queda”; “sonríe para la foto (que no adivinen que es por el provecho que obtendrás tú, tu familia, tus amigos y asociados, cuando tengas el poder; “para los amigos todo, para los demás la ley”, decía el dictador Oscar R. Benavides)”; “usa un discurso florido y frases ingeniosas, para que los crédulos (que no se preocupan en conocer la verdad detrás de las palabras) escuchen lo que quieren oír”.

Para un experto responsable de decidir o ayudar a decidir si se invierte en un país, señales como las que hemos comentado breve mente, no son precisamente una recomendación para arriesgar inversiones de diversa índole en el mismo. Nos vamos deslizando peligrosamente a la calificación de Estado Fallido, País Inelegible y Nación Inviable.

Un Estado Fallido, es un Estado soberano que ha fallado (o fracasado) en garantizar el funcionamiento normal de la administración general, estabilizar la economía, garantizar el acceso a servicios básicos a su población, controlar la criminalidad, la corrupción y/o terrorismo, respetar los derechos humanos, disminuir los flujos migratorios internos y externos, no tener intervenciónes de fuerzas externas y asegurar la soberanía en el territorio nacional, entre otras tareas bajo su responsabilidad. Esto puede deberse a que ha perdido el manejo de la fuerza, sufre un vacío de poder, hay una legitimidad disputada o instituciones frágiles, o se carece de capacidades y recursos para satisfacer las necesidades esenciales de sus ciudadanos, entre otras causas. Esta definición no es aceptada por todos los países. El 2019 el Perú ocupaba el puesto 102 sobre 178 países, del índice de Estados frágiles, con 67.8 puntos (venia disminuyendo lentamente; mientras más frágil, más alto es el puntaje asignado y la posición ocupada); el 2023 subimos a 73.1 puntos, ocupando la posición 75. https://fragilestatesindex.org/country-data/

Un País es considerado Inelegible (o no elegible) cuando el riesgo de mal uso o pérdida de diversos recursos de inversión para el desarrollo (reembolsables o donaciones; financieros, materiales o técnicos, etc.) es alto o creciente. Diversos gobiernos y organizaciones se vuelven cautelosas o declinan involucrarse con países que detentan calificaciones como las mencionadas; estos últimos van quedando relegados y rezagados como espacios elegibles para la inversión al desarrollo, la cooperación técnica y la generación de riquezas compartidas con equidad; se convierten en lugares solo para extraer/obtener de ellos, todo lo que se pueda.

Una Nación Inviable, supone la incapacidad de un colectivo para tener un objetivo nacional común hacia el cual caminar (la salud, la educación, la felicidad, el desarrollo, la equidad, etc.), respetando sus particularidades territoriales. Es una carencia de resiliencia frente a crisis graves por la ausencia de una identidad nacional. En los últimos 100 años, ha habido naciones (y países) que han pasado por serios procesos de destrucción cuasi masiva, y han logrado, con un sacrificio generacional sostenido y prolongado, elevarse de sus cenizas y alcanzar altos estándares de desarrollo.

Como país estamos ante una encrucijada, un problema poblacional colectivo, que deviene en una cronicidad peligrosa; tenemos signos y síntomas claros de que, si seguimos así, iremos a una lenta agonía o a una penosa extinción societal.

Muchas familias peruanas han respondido a esta situación creciente con una diáspora, abandonando el país en busca de horizontes y un futuro menos incierto. Es un desarraigo generacional donde los intangibles más valiosos para el país, es decir las personas que se precisa para cambiar la situación, emigran (tengan o no recursos económicos para hacerlo); solo entre enero y junio de 2023, se registró que más de 400,000 peruanos (y su correspondiente patrimonio) emigraron al extranjero. Es una aceleración significativa de lo ocurrido en los últimos 10 años. También es cierto que, mezclados con ellos, se van muchos que aprovecharon el desorden del país, para enriquecerse a costa de este; se van a gozar de sus ganancias mal habidas a lugares donde el dinero les compre un status y no se indague la procedencia de sus fortunas.

https://www.infobae.com/peru/2023/09/03/mas-de-400-mil-peruanos-salieron-del-pais-y-no-retornaron-mayoria-son-mujeres-y-jovenes-en-busca-de-mejores-oportunidades

Internamente, seis regiones andino/amazónicas (algunas de las de menor grado de desarrollo y mayor situación de pobreza y exclusión) siguen perdiendo población hacia otras quince regiones; siempre a predominio de los ámbitos rurales hacia los urbanos.

https://www.elperuano.pe/noticia/28346-trece-regiones-son-las-preferidas-para-migrar

El primer paso para curar cualquier dolencia societal, precisa que las personas, familias y comunidades, admitan el problema; y que luego se involucren en el tratamiento y la recuperación de este, dedicándole todo el tiempo que ello precise. Necesitamos reaccionar ante una enfermedad grave que nos corroe como país y nación. No hay solución mágica, ni fácil. Nadie podrá hacer por nosotros, lo que primero no hagamos por nosotros mismos. Rendirse ante este reto, solo tendría dos alternativas: abandonarse en manos de otros a quienes les importamos poco (o nada), o alistar maletas ….

Algunos todavía nos resistimos a ello y optamos por seguir luchando.