Un nuevo capítulo comienza en la guerra tuso-ucraniana. Ahora, a través de su Primer Ministro Olaf Scholtz, Alemania ha anunciado el envío de 14 tanques Leopard 2 a Ucrania. A este apoyo, se suma el gobierno estadounidense, quien brindará a la nación ucraniana unos 31 tanques Abrams.

Ante este anuncio, las fuerzas representativas rusas han anunciado que esto es una reiteración en las «provocaciones flagrantes». Para Steve Rosenberg, corresponsal en Rusia para la BBC, esto servirá para que el país euroasiático refuerce la narrativa de que occidente es el principal hacedor del conflicto en tierra ucraniana.

Por su parte, las autoridades ucranianas consideraron que el apoyo armamentístico es fundamental en la estrategia de la guerra y que el apoyo de las naciones aliadas a su país será clave en ese aspecto para hacer frente a las fuerzas militares rusas y tratar de recuperar sus territorios arrebatados.

La repercusión en todo el viejo continente no tardo en llegar. Uno de los gobiernos que más aplaudió el apoyo alemán fue el gobierno polaco. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, agradeció al canciller Scholz por una decisión que calificó como un «gran paso para detener a Rusia». A pesar de ello, desde el Kremlin se afirmó que hay una sobreestimación del nuevo poderío ucraniano. El portavoz Dmitry Peskov consideró que «Estos tanques arden como todos los demás. Simplemente son muy caros»