Ecuador toma la batuta en la producción de hidrógeno verde en la región. Tras una inversión externa proveniente de la empresa alemana Linde, el país vecino recibirá los recursos y capitales necesarios para poder contar con esta nueva energía limpia que esta revolucionando el mercado energético.
La compañía es reconocida a nivel mundial como una de las mayores productoras de gases e ingeniería, y ha operado en el país durante seis décadas. Actualmente, forma parte de la Asociación de Hidrógeno Verde (H2), que fue creada por la Cámara de Comercio Ecuatoriano Alemana y cuenta con nueve miembros, incluyendo empresas líderes en logística, energías renovables, cementeras y dos instituciones académicas ecuatorianas: la Escuela Superior Politécnica del Litoral y la Politécnica Nacional. Además, se cuenta con la participación de Siemens y su tecnología en la asociación.
El hidrógeno verde presenta varias ventajas en comparación con los combustibles fósiles. En primer lugar, es una fuente de energía renovable y limpia, lo que significa que su producción y uso no emite gases de efecto invernadero, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono y al combate al cambio climático. Además, su producción puede ser descentralizada, permitiendo la generación de energía en zonas remotas o rurales. En segundo lugar, el hidrógeno verde es altamente eficiente, ya que su combustión solo produce vapor de agua, sin emisiones tóxicas o contaminantes. Por último, es un recurso muy versátil y puede ser utilizado en múltiples sectores, como el transporte, la generación de energía y la industria, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y mejorando la calidad del aire en las ciudades.
Al ser una fuente de energía limpia y renovable que puede ser producida a partir de agua y electricidad renovable, como la energía solar o eólica, resulta fundamental que el Perú empiece a invertir en la producción de hidrógeno verde. Con esto no solo reducirá su dependencia de los combustibles fósiles, sino que también contribuirá a la lucha contra el cambio climático y mejorará su competitividad en el mercado global de energía. Además, el Perú cuenta con grandes reservas de agua y recursos renovables, lo que lo convierte en un candidato ideal para la producción de hidrógeno verde a gran escala. Si el Perú actúa ahora y sigue el ejemplo de Ecuador, puede liderar el camino en la transición hacia una economía más sostenible y ayudar a construir un futuro más limpio y próspero para todos.