La censura gubernamental de activistas es una práctica que se ha extendido en diferentes partes del mundo. La reciente clausura al Lugar de la Memoria, ad portas de ser el espacio elegido para que Amnistía Internacional presente un informe sobre la situación de los Derechos Humanos durante el gobierno de Dina Boluarte nos recuerda como accionan los gobiernos en casos de esta índole. A continuación, se presentan tres casos en los que gobiernos han limitado la libertad de expresión de activistas, restringiendo así el derecho a la crítica y a la protesta pacífica.
Chen Guangcheng-China.
El primer caso se ubica en China, donde el gobierno ha implementado medidas represivas contra los activistas que defienden los derechos humanos. Entre ellos destaca el caso del abogado Chen Guangcheng, quien en 2005 comenzó a denunciar el maltrato a los campesinos chinos, la violación de derechos humanos y la política del hijo único. En respuesta, el gobierno chino detuvo a Chen, lo torturó y lo mantuvo bajo arresto domiciliario durante seis años. El caso de Chen Guangcheng fue denunciado por diversas organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional.
Anna Politkovskaya-Rusia
El segundo caso se sitúa en Rusia, donde el gobierno ha restringido la libertad de expresión de los activistas y la prensa independiente. Uno de los casos más emblemáticos es el de Anna Politkovskaya, una periodista y activista que fue asesinada en 2006 por sus denuncias contra la corrupción y los abusos del gobierno de Putin. El caso de Politkovskaya fue ampliamente denunciado por la comunidad internacional, incluyendo a la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
Luz Mely Reyes-Venezuela
El tercer caso se ubica en Venezuela, donde el gobierno ha restringido la libertad de expresión y ha censurado a los medios de comunicación independientes. Uno de los casos más recientes es el de la periodista Luz Mely Reyes, quien fue detenida en 2020 por cubrir las protestas en el país. Reyes es la fundadora de Efecto Cocuyo, un medio digital que ha denunciado la crisis humanitaria, la corrupción y los abusos del gobierno venezolano. El caso de Reyes ha sido denunciado por la Sociedad Interamericana de Prensa y otras organizaciones de derechos humanos.
La censura gubernamental de activistas y la prensa independiente sigue siendo una práctica común en diferentes partes del mundo. Es importante que la comunidad internacional esté atenta a estos casos y denuncie cualquier restricción a la libertad de expresión y a la protesta pacífica. El caso del LUM y los otros casos repasados nos recuerdan la importancia de proteger este importante derecho.