Exitosa presentación de Revista CIUTERRA. UPAO, Trujillo

Proloquios participó en la presentación de la Revista CIUTERRA. Publicamos el introito de su contenido.

Por: Carlos A. Moreno Ahumada

Trujillo, ciudad asentada desde el año 1534 en la costa norte del Perú, y como gran cantidad de ciudades de origen colonial, le falta poco más de una década para celebrar su quingentésima celebración de fundación. Su nombre rememora a la ciudad natal del conquistador Francisco Pizarro, se situó sobre un estratégico centro administrativo del antiguo reino chimú que recién había sido conquistado por los incas, en la perspectiva de afianzar la administración de la colonización como una importante ciudad de morada para los conquistadores.

Como sede virreinal del poder político, económico, administrativo, así como eclesiástico, constituyó cabeza de inmensa región ubicada entre Lima y el eje conformado entre Paita (puerto de entrada al virreinato) y la real audiencia de Quito. El importante desarrollo logrado por la ciudad de Trujillo en el virreinato fue consecuencia de su establecimiento en un territorio altamente adecuado.

La economía colonial del imperio español, tuvo como sostén fundamental la extracción de los recursos naturales, especialmente la de los metales como el oro y la plata; sin embargo, debemos mencionar otra fuente de la riqueza, mayor y más trascendente: los recursos culturales que brindaron a la colonia esta parte de América. Uno de ellos poco reconocido, lo compone el ordenamiento del territorio ancestral, elaborado producto de la experiencia milenaria de los antiguos pobladores que transformaron las llanuras desérticas en sitios altamente productivos, como es el caso de la costa norte y en el que se asentaron ciudades de la conquista y colonia como Trujillo.

Justamente este recurso explicaría lo que hizo posible una de las grandes proezas de la colonización española: urbanizar tan rápidamente un continente sub poblado. Proeza que no solo se refiere a la cantidad de ciudades (para 1573, año que se promulgan las ordenanzas de Felipe II, ya se habían fundado 230 ciudades sólo en sur América); sino además por la calidad de ellas, ya que incluían los mejores modelos del renacimiento, que en Europa no pudieron realizarse, así como su constitución institucional (desde las prioritarias iglesias, el cabildo, los juzgados, las escuelas, su cuerpo normativo y legal, etc.).

En el modelo urbano colonial, su emplazamiento, encontró las condiciones adecuadas para que las ciudades cumplan sus funciones de la colonización, como “función de gobierno político y administración económica (explotación de los recursos) de los territorios conquistados” (Castells, 1973, p. 17) además de presentar la del excelente acondicionamiento territorial del sitio, donde los españoles recién llegados, encontraron las condiciones para su fundación, ya normadas en las leyes de Indias y las “ordenanzas de pobladores”: cercanía al mar con accesos a puertos naturales, llanuras aptas para la agricultura extractiva (modelo de plantaciones), sociedades organizadas con una avanzada cultura territorial y experimentada cultura de manejo del agua, organizaciones y disciplinas de la población para el apoyo en la administración de la infraestructura para el desarrollo de la agricultura y la ganadería (acequias, canalizaciones, mampuestos, caminos, obras de defensa, etc.), de la disponibilidad de una abundante y entrenada mano de obra capacitada para construcción de la ciudad, además de un hinterland debidamente desarrollado de forma longitudinal (eje costa) y transversal (eje costa – sierra) que sustentaba un sistema de economía complementaria, mediante lazos comunicativos y de servicio que relacionaban los diferentes niveles ecológicos de su entorno.

Condiciones físicas y sociales desarrolladas por una ancestral cultura territorial: sociedades y sistemas administrativos y de intercambio interregional de modelo wari – moche – chimú, altamente eficientes logrando una sociedad de economía agrícola de alta productividad en la costa norte del país, sustentadas en el conocimiento de los recursos de los eco sistemas y a un sabio manejo del escaso recurso hidráulico, lo que permitió a los antiguos habitantes de la desértica zona costera gestionar la transformación del sitio y convertir el desierto en valles culturales e incluso sustentar sociedades urbanas.

En razón a lo especial del desarrollo territorial y urbano de la costa norte, se hace necesario, revisar ligeramente algunos de los antecedentes de la planificación territorial y urbana, que influyeron en la fundación y el desarrollo de la ciudad de Trujillo. Pese a que la urbanización de la colonización hispanoamericana significó la quiebra y el deterioro hasta casi el abandono la ancestral cultura de gestión territorial, el territorio y su ordenamiento fue fundamental para acondicionar el territorio a una economía extractiva, aunque con altísimo costo ambiental y social. En ese sentido, el proceso de urbanización de Trujillo tiene el privilegio de haber pasado por diferentes tipos de planificación, que siempre se mantuvieron muy interrelacionadas y afín con el hinterland heredado, cuya especificidad y manejo, a veces imperceptiblemente, marcaron sus diferentes y específicas evoluciones.

Se puede considerar que los primeros planes de la ciudad y su territorio, se plantearon a fines del siglo XVI (1570 – 1575) con las reformas propuestas por el virrey Francisco de Toledo, quien en su labor de organizar el imperio colonial, promueve la profundización del proceso de urbanización de la colonia con la conformación de las reducciones o los “pueblos de indios”, mediante la concentración de la población indígena, dispersa y mayormente manteniendo el carácter rural de su hábitat; proceso empeñado con fines de racionalizar y potenciar la explotación del territorio y sostener a las nuevas ciudades con los recursos materiales y humanos del campo, pauta característica de nuestras ciudades en su relación con el campo.

Estructura tan bien articulada de la ciudad y su entorno rural, que pueblos como los de Moche, Huamán, la comunidad indígena de Huanchaco, San Esteban de Mampuesto, Mansiche, Chicama; entre otros, que hasta hace algunos años, antes de la metropolización de Trujillo, se podía identificar sus roles originales asignados para mantener la productividad de hinterland que sustentara la ciudad. En ese sentido podríamos decir, que la planificación urbana de Trujillo, tan fuertemente vinculada al ordenamiento territorial, tuvo antecedentes prehispánicos y que reordenados en la planificación del sistema urbano territorial de la colonia, van a marcar su desarrollo físico, social y económico.

Las fuertes relaciones de interdependencia de la ciudad con su hinterland colonial de Trujillo, se mantuvieron hasta los inicios de la República; momento en que poderosos factores externos como las guerras de fines del siglo XIX e inicios del XX, afectarán la economía de plantación de su entorno y que marcaran la evolución urbana de Trujillo. En ese contexto, con la llegada de la 2da Revolución industrial, terminaran de redefinir más claramente las relaciones de predominio de la ciudad sobre su hinterland mantenidas durante la colonia.

El impacto funesto de las guerras, trajo como consecuencia, nuevos dueños, generalmente ingleses, alemanes e italianos, de los valles del hinterland de la ciudad juntamente con la conformación de una economía de “enclave” de los complejos agroindustriales y con ello la sede del poder se desplazará de la ciudad al campo, Trujillo se mantendrá limitado en su crecimiento físico y poblacional así como el desarrollo postergado de sus servicios.

El desarrollo de los enclaves agroindustriales y su modernización requirieron adecuaciones y cambios sociales para una mayor productividad y de acuerdo a las corrientes europeas y estadounidenses, indujo a la aplicación del urbanismo moderno ensayada en la conformación de los “company town”, instalaciones urbanas corporativas cuyas modalidades aún se pueden apreciar en las ciudades ingenio de Cartavio, Laredo y especialmente del Ingenio Casa Grande producto de las corrientes de planificación alemana. En el caso de la hacienda Chiclín de la familia Larco, se contrató a un arquitecto urbanista italiano para que proyecte el Plan Urbano del complejo y la ciudad ingenio de su hacienda. Experiencia que, posiblemente inspiraría al filántropo político don Víctor Larco Herrera en su gestión modernizadora como alcalde de Trujillo, (años 1917 y 1918), encargando a una firma limeña el primer “Plan de Ensanche para la ciudad”, en su perspectiva de modernizarla, plan aprobado pero que se desconoce su implementación (Beingolea, 2012).

El hecho que el urbanismo moderno llegara primero al campo urbanizado de los enclaves agroindustriales antes que, a la ciudad, demuestra la fuerte interdependencia entre la ciudad, el territorio y la planificación urbana. Otra vez fue el reordenamiento territorial que tuvo efectos e impactos sobre Trujillo, aunque mayormente con efectos contrarios que significaron su rezago y decaimiento, con la disminución de infraestructura de servicios y del comercio, así como un lento crecimiento poblacional. Al punto que hasta todavía a mediados del siglo XX complejos agroindustriales como Casa Grande y Chiclín, que se mantenían equipadas con museos, modernos centros de salud, instalaciones recreacionales y deportivas, cine – teatros, piscinas, parques públicos, cosos taurinos, fábricas de embutidos, talleres mecánicos, etc., tenían proporcionalmente más servicios e instalaciones que la misma ciudad de Trujillo.

Presentados algunos de los antecedentes históricos de la planificación urbana territorial de nuestra ciudad, la presente sección desarrolla las exposiciones, observaciones y conclusiones alcanzadas en el foro que se realizó el 28 de octubre y 04 de noviembre del 2020, identificando los planes urbanos más significativos, y de manera particular el plan del Centro Histórico, con el fin de reconocer y evaluar críticamente: el Contexto, Tipo, Contenido, Método y Alcances, así como la trascendencia lograda en cada uno de ellos.

Fuente: Revista CIUTERRA
Descargar en archivo PDF: https://www.facebook.com/groups/revista.proloquios/permalink/6256351887737265/

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