En los últimos meses, Carlos Alcántara, conocido actor peruano protagonista de diversas series cómicas, estrenó su obra prima como director de cine. La película ‘Asu Mare: los amigos’ se erige como la cuarta película de la saga. Tras la proyección de la cinta, distintos sitios y usuarios especializados en crítica consideraron que estábamos ante un verdadero ejemplo de todo lo que no es el cine.

Pero lo peor vendría después. Entre las entrevistas del avant premier, el periodista Luis Carlos Burneo preguntaría a Alcántara «¿cómo es la experiencia de ser director?». La respuesta de Alcántara llamó la atención: «He visto unos tutoriales (…) yo no soy una persona formada en cine».

Aquellos usuarios que derramaban sus críticas contra el ahora director de cine nacido en Mirones sumaban otro detalle a sus ataques: Alcántara ocupaba un espacio en el cine peruano que podría ser perfectamente ocupado por alguien más, alguien que cuente con una preparación adecuada para el puesto.

Carlos Alcántara debe estar agradecido de haber nacido en Perú porque en otro país sus películas de Asu Mare no las verían ni las moscas tiene que agradecer que la mayoría de peruanos no tiene mucha cultura cinematográfica y se conforma muchas veces con una baja calidad artística pic.twitter.com/WRzpJsoaBm

— Chacotero (@ChacoteroPeru) June 13, 2023

Esto provocó un nuevo enojo en ‘cachín’, quien decidió no declara más al respecto luego de mencionar que compararlo con directores como Quentin Tarantino o Steven Spielberg era, en sus propias palabras, «de huevones».

Uno podría pensar que juzgar a ‘Asu Mare: los amigos’ bajo la misma línea con la que se juzga a otros filmes de alta calidad es un error, ya que no es difícil darse cuenta de que esta película no se toma enserio y pretende antes de ser una publicación con afán cultural, ser un producto de entretenimiento bastante comercial. Sin embargo, ese no es el tema a tratar hoy.

‘Cachín’ tuvo después una reacción bastante desmedida: ninguneo a Burneo y, como ya habíamos mencionado, decidió no contestar más a aquellos que critican su cine. Una posición respetable, pero nada sana para aquellos que hacen arte.

Existe una verdad universal que no solo es aplicable a los terrenos artísticos: sin la crítica, el espacio dialéctico de mejora de las producciones no puede existir. Alcántara puede reconocer que su producto tiene otras funciones, algunas de estas bastante válidas, como representar barrios marginados por la sociedad limeña en producciones de llegada nacional e internacional; o simplemente presentar un producto con ambiciones monetarias. Sean cuales fueran sus intenciones, esto no es motivo suficiente para negarse a ser criticados.

La simple publicación trae consigo la aceptación de los más despiadados comentarios. Es un pacto tácito que uno firma al entregar su trabajo al mundo. Las películas, libros o álbumes publicados no pertenecen solo a quienes las escriben o producen, sino también al publico que las consume y tiene todo el derecho a criticarlas. No existe ego sensible que pueda ir contra ello.