La jueza federal Tanya Chutkan ha fijado el inicio del juicio por subversión electoral contra el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el 4 de marzo de 2024. Este proceso legal tendrá lugar en medio de la campaña electoral para las elecciones presidenciales, agregando un nuevo giro a una carrera política que ya se vislumbra intensa y controvertida.
El calendario elegido por la jueza no es casualidad. El juicio está programado para comenzar un día antes del Supermartes, un evento crucial en las primarias republicanas en el que más de una decena de estados emitirán sus votos para seleccionar al candidato del partido. En este momento, Trump lidera cómodamente las encuestas y parece encaminarse hacia la nominación republicana. Sin embargo, este juicio podría cambiar drásticamente el curso de los acontecimientos y alterar la dinámica de la campaña.
La decisión de la jueza Tanya Chutkan plantea la posibilidad de que Donald Trump tenga que enfrentar múltiples casos penales simultáneamente mientras busca ganar la nominación presidencial. Aunque los abogados del exmandatario habían abogado por posponer el juicio hasta abril de 2026, la magistrada argumentó que el tiempo otorgado era suficiente para prepararse. «El señor Trump tendrá que hacer que la fecha del juicio funcione, independientemente de su calendario», afirmó Chutkan.
El ex presidente también se enfrentará a juicios en otros estados. En Nueva York, está programado que sea juzgado el 25 de marzo por cargos estatales relacionados con ocultar pagos a una estrella porno para silenciarla. Adicionalmente, un tercer juicio está programado para el 20 de mayo de 2024 en Florida, donde enfrentará cargos federales por la supuesta retención ilegal de registros clasificados después de dejar la Casa Blanca. Sin embargo, aún no se ha fijado la fecha para el cuarto caso penal en Georgia, y la decisión de la jueza Chutkan podría influir en el calendario previsto por la fiscalía del condado.
La simultaneidad de estos juicios y su coincidencia con la campaña electoral presidencial plantean interrogantes sobre cómo afectarán la estrategia de Trump y su capacidad para captar la atención del electorado. La posibilidad de ver a un expresidente en el banquillo de los acusados mientras busca regresar a la Casa Blanca es un escenario inusual en la política estadounidense y generará una atención mediática sin precedentes.

Más que un juicio lo que necesitamos es que deje de esparcir odio, desinformación e ignorancia…besos al vacío desde el vacío
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