Historiador examina, junto a su colega Carmen Mc Evoy, actores y zonas poco exploradas en la independencia y el nacimiento de la República.

Por: José Antonio Vadillo Vila, jvadillo@editoraperu.com.pe
El historiador sanmarquino Gustavo Montoya y su colega Carmen Mc Evoy refutan aquella tesis de que la independencia del Perú fue “concedida” por las tropas extranjeras y que hubo un silencio de las masas populares.
Con evidencias documentarias, los investigadores demuestran la amplia participación de las masas en ciudades y sectores rurales a favor de la independencia y del establecimiento de la República.
Participación popular
“Mostramos a un club político plebeyo conformado por sectores populares, los ‘volantusos’, colectivo de gente pobre que en las ciudades participa en todo el proceso separatista del virreinato. Su participación se prolongará durante las décadas posteriores a la independencia”.
Montoya y Mc Evoy se formaron en universidades distintas y tienen orientaciones historiográficas distintas. Lo cual da un valor agregado a Patrias andinas, patrias citadinas. Episodios de una república naciente (Crítica, 2022), en el conjugan este “acercamiento heterodoxo al tiempo de la independencia”. Con este enfoque examinan a algunos actores y zonas poco exploradas del nacimiento de la República.
Otro aporte del libro es que muestra con total claridad la presencia de Túpac Amaru II, a partir de la década de 1820, como símbolo ideológico en favor de la República y la independencia.
Los historiadores reconstruyen el “corredor militar plebeyo” de la zona rural, que cubre la sierra de La Libertad, Áncash, Huánuco, Junín y Ayacucho.
Apoyo decisivo
“Es el corredor militar que siguió Simón Bolívar para obtener el primer triunfo importante que es Junín, en 1824, y luego pasar a Ayacucho. Sin el apoyo de montoneras y guerrillas peruanas andinas de todas estas regiones, sencillamente el triunfo no hubiera sido posible”, asevera el investigador, quien fue director del Archivo Histórico de la UNMSM.
Patrias andinas… está dedicado a los investigadores que trabajaron en la Colección Documental de la Independencia del Perú (CDIP), elaborado durante el sesquicentenario de la independencia (1971-1975), el cual nos permite tener una mirada más amplia del fenómeno, desde 1780 hasta 1827.
Explica Montoya: “No existe en la historia republicana ningún proyecto semejante a la CDIP. Es una experiencia única. Son más de 100 volúmenes en los que esta comisión, que estuvo compuesta por historiadores de orientaciones diferentes, logró recuperar el mayor conjunto de fuentes documentales directas de la época”.
Entre ellas figuran los seis volúmenes de La acción patriótica del pueblo en la emancipación, que elaboró la doctora Ella Dunbar Temple, “una de las fuentes básicas que nos ha servido para esta investigación”. Por todo ello, sostiene que la experiencia de la CDIP debería ser emulada.
Participación ciudadana
Montoya y Mc Evoy señalan que fuera de las murallas de Lima era “un laboratorio étnico y cultural”. Y en zonas como el valle del Mantaro, la población está presente en la guerra, a través de las guerrillas y montoneras. Pero se trata de una población bastante dúctil, que puede estar a favor o en contra del proceso independentista. Los llaman los “patrianos”. Pero hay un porqué.
“Mostramos que Lima y el resto del país, de manera particular con los Andes centrales, estaban totalmente interconectados. En la primera etapa de la guerra, hasta julio de 1820, toda la sierra central está a favor de la independencia. Cuando San Martín ingresa en Lima, en julio de 1821, las tropas libertadoras se retiran de la sierra central y no vuelven hasta agosto de 1824. Son 4 años que este escenario es controlado por La Serna y Canterac hasta la batalla de Junín”, dice.
En este contexto, algunas montoneras se ponen al servicio de las fuerzas españolas. Y otras se repliegan a las zonas altas, desde donde iniciarán una guerra de resistencia hasta 1824. Es el escenario retratado en el libro. Se citan las cartas de los generales españoles García Camba y Canterac, ofreciendo a guerrilleros prestigiosos como Ignacio Ninavilca, José María Guzmán y Francisco de Paula Otero, gobernador intendente de Tarma, beneficios políticos si se ponían al lado del Ejército realista.
Montoya cuenta lo “conmovedor” que es ver cómo los comandantes de estas guerrillas, “a pesar de los desastres de los patriotas y las traiciones que se daban en Lima, mantienen su fidelidad a la República”.
Datos
Montoya inició su trabajo como investigador al lado del historiador Pablo Macera (1929-2020) en el Seminario de Historia Rural Andina.
Del historiador Alberto Flores Galindo, aprendió a “usar de manera inteligente y prudente las fuentes documentales.”
Algunos títulos de Montoya: Narrativas históricas en conflicto (2000), La tradición republicana en Huánuco (2018) y La independencia en Tarma (2020).El CDIP reúne documentos que hacen referencia a acciones militares, al proceso político, al pensamiento ideológico, etcétera.
Cifra:
7 libros ha escrito el historiador sanmarquino; entre ellos, 3 en coautoría.
Fuente: Diario El Peruano