La relación entre Sylvia Plath y Ted Hughes es una de las más icónicas y controversiales en el mundo de la literatura. Una pareja de poetas que se enamoró profundamente, pero cuyo amor se vio marcado por la tragedia y la muerte. En este artículo, exploraremos los aspectos más destacados de esta relación, desde su encuentro inicial hasta su trágico final.
Sylvia Plath y Ted Hughes se conocieron en una fiesta en Cambridge en 1956. En ese momento, ambos eran jóvenes escritores en ascenso. Plath estaba en Inglaterra gracias a una beca Fulbright y había publicado su primer libro de poemas, «The Colossus and Other Poems», un año antes. Hughes, por su parte, era un joven poeta de Yorkshire que había publicado su primer libro, «The Hawk in the Rain», en 1957. Ambos quedaron impresionados el uno con el otro de inmediato, y comenzaron a salir poco después.
Su relación fue intensa y apasionada desde el principio. Se casaron en 1956 y tuvieron dos hijos juntos, Frieda y Nicholas. Pero su amor también estaba marcado por la rivalidad creativa y la lucha por el reconocimiento. Ambos eran poetas talentosos y ambiciosos, y a menudo competían entre sí en el campo de la escritura.
En 1962, la relación de Plath y Hughes se vio seriamente afectada cuando Hughes comenzó una aventura con Assia Wevill, una poeta y amiga de la pareja. Plath descubrió la infidelidad y el matrimonio se desintegró. Plath se mudó con sus hijos a Londres, donde continuó escribiendo y publicando poesía. Pero su vida personal estaba llena de dolor y desesperación, y en febrero de 1963, Plath se suicidó en su departamento de Londres, dejando atrás una nota en la que decía: «Yo amo a Ted aún más de lo que a él le importa».
La muerte de Plath fue un shock para el mundo literario y una tragedia personal para Hughes y sus hijos. Hughes se convirtió en el guardián de la obra de Plath y tuvo que lidiar con la presión constante de los críticos y de los fanáticos de la poeta. Él mismo se convirtió en uno de los poetas más importantes de su generación, pero su carrera también estuvo marcada por la sombra de Plath y la responsabilidad de mantener vivo su legado.
La relación entre Sylvia Plath y Ted Hughes es una historia de amor, tragedia y rivalidad creativa. Ambos eran poetas talentosos que se enamoraron apasionadamente, pero cuyo amor se vio afectado por la infidelidad y la desesperación. La muerte de Plath fue una tragedia que marcó a Hughes y a sus hijos para siempre, pero también ha sido una fuente de inspiración para la literatura y la cultura popular. A través de sus obras, Plath y Hughes han dejado un legado duradero en la poesía del siglo XX y han demostrado que, a veces, el amor y la creatividad pueden ser las fuerzas más poderosas y peligrosas de todas.