«#GetWokeGoBroke» es un eslogan o hashtag que se ha utilizado en los últimos años como parte de una campaña dedicada a criticar a empresas o marcas que han adoptado posturas políticas o sociales consideradas «progresistas» o «despertadas» (en inglés, «woke»), y que según algunos críticos, han perdido ventas o han sufrido una reacción negativa por parte de su base de consumidores tradicionales.
La idea detrás de #GetWokeGoBroke es que las empresas deberían centrarse en su negocio principal y no en asuntos políticos o sociales, especialmente si toman posiciones que son divisivas o que no están en línea con las opiniones de la mayoría de sus clientes. Los partidarios de este enfoque argumentan que las empresas deben ser neutrales políticamente y no tomar partido en asuntos sociales, mientras que otros creen que las empresas tienen la responsabilidad de ser conscientes de su impacto en la sociedad y usar su plataforma para abogar por el cambio positivo.
Sin embargo, hay varias críticas alrededor de la idea de «#GetWokeGoBroke». Algunas de las más comunes son:
Correlación no implica causalidad
A menudo, las críticas de #GetWokeGoBroke se basan en la idea de que las empresas que adoptan posturas «progresistas» están perdiendo ventas o clientes, pero no hay una evidencia clara que demuestre una relación causal entre estas dos cosas. Es posible que otros factores, como cambios en la economía o la competencia en el mercado, estén afectando a las ventas de una empresa, en lugar de sus posturas políticas o sociales.
Diversidad de consumidores
Las empresas pueden tener una base de consumidores diversa, con opiniones políticas y sociales diversas. Si una empresa adopta una postura «progresista», puede perder algunos clientes, pero también puede atraer a otros que valoran esas posturas. Además, algunas investigaciones sugieren que los consumidores más jóvenes y diversos tienden a valorar más a las empresas que son socialmente responsables y que tienen un impacto positivo en la sociedad.
Responsabilidad social
Algunas personas argumentan que las empresas tienen una responsabilidad social más allá de sus ganancias, y que deben usar su plataforma para abogar por el cambio positivo. Además, algunas empresas pueden creer que es importante defender ciertos valores, incluso si eso significa perder algunos clientes o ventas a corto plazo.
Selección de ejemplos
Las críticas de #GetWokeGoBroke a menudo seleccionan ejemplos de empresas que han perdido ventas o han sido criticadas por sus posturas políticas o sociales, pero no consideran los casos en los que las empresas han adoptado esas mismas posturas y han prosperado. Esto puede sesgar la imagen general y hacer que parezca que la adopción de posturas «despertadas» siempre tiene un impacto negativo en las empresas.
Sea como fuese el caso -y al margen de la postura que tengamos- ya son varios los casos donde el boicot a productos con aparentes ‘guiños’ al progresismo vienen siendo ‘cancelados’ por el sector conservador de los Estados Unidos y otros países del mundo. Ante esto, vale preguntarse lo siguiente: ¿Es correcto que todos los productos sean ‘apolíticos’ o las acciones conservadores están yendo muy lejos?