En la tarde del 10 de mayo, un primer grupo de 50 policías pertenecientes a la División Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) llegó a Trujillo, ubicada en la región de La Libertad, con la intención de enfrentar el aumento de la delincuencia en la zona. Lamentablemente, el alcalde Arturo Fernández decidió insultarlos desde la ventana del Palacio Municipal.
El controvertido alcalde expresó insultos y palabras ofensivas hacia los agentes policiales, al cuestionar su capacidad para enfrentar la delincuencia en la ciudad. Desde el balcón de la alcaldía, Arturo Fernández Bazán gritó que los agentes policiales «no van a combatir la delincuencia» y que lo que están haciendo es solo «un espectáculo». Asimismo, les pidió que dejen de hacer «un show» y que vayan a trabajar.
Recordemos que la División Nacional de Operaciones Especiales decidió trasladar a 100 de sus efectivos a Trujillo, en respuesta a la ola de crímenes que se ha registrado en los últimos días. Si bien existió una pequeña respuesta por parte del Gobierno Regional a favor de la medida, no hay mayores indicios de atención al problema por parte de nuestras autoridades.
No es la primera vez que se acusa al alcalde de Trujillo de actos violentos contra alguien. El 23 de febrero pasado, Arturo Fernández fue acusado de faltar al respeto a reporteras de La República, después de que ellas cuestionaran al alcalde sobre la colocación de un objeto erótico en el Palacio Municipal. Con este nuevo acto, Fernández solo llena más y más la lista de deleznables actos que viene realizando desde su llegada al sillón municipal.