En un caso que ha generado debates políticos en Francia sobre la presencia de elementos religiosos en el espacio público, la justicia administrativa del país ha confirmado la prohibición de llevar hiyab en el fútbol femenino. El Consejo de Estado, la más alta jurisdicción administrativa de Francia, respaldó la decisión de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) de establecer reglas para garantizar el «correcto desarrollo» de los partidos, lo cual incluye la prohibición del hiyab en los terrenos de juego.

El Consejo de Estado argumentó que las jugadoras de fútbol son usuarias de un servicio público y, aunque no están obligadas a cumplir con un deber de «neutralidad en la vestimenta», las federaciones deportivas tienen la facultad de imponer una obligación de neutralidad a sus jugadores. La prohibición también tiene como objetivo prevenir disturbios o enfrentamientos durante los partidos.

El caso fue llevado a los tribunales por un grupo de mujeres musulmanas conocido como Hijabeuses, quienes buscaban impugnar el artículo 1 del reglamento de la FFF que prohíbe cualquier signo o vestimenta que manifieste ostensiblemente una afiliación política, filosófica, religiosa o sindical. Las Hijabeuses argumentaron que las reglas de la FIFA permiten a las jugadoras competir con velo en las competiciones internacionales desde 2014.

Sin embargo, el Consejo de Estado consideró que la FFF tiene la autoridad para establecer sus propias reglas en beneficio del funcionamiento adecuado del servicio público que administra. Aunque las reglas de la FIFA permitan el hiyab en competiciones internacionales, la decisión de la FFF de prohibirlo en el fútbol femenino en Francia se mantiene firme.

El caso ha destacado el debate sobre la presencia de símbolos religiosos en el espacio público en Francia. El país tiene una larga tradición de laicidad y se ha promovido el concepto de «neutralidad religiosa» en espacios como las escuelas y los servicios públicos. Algunos argumentan que las prohibiciones como la del hiyab en el fútbol femenino son necesarias para garantizar la igualdad y la cohesión social, mientras que otros sostienen que estas restricciones violan la libertad religiosa y promueven la discriminación.

La decisión del Consejo de Estado ha sido recibida con opiniones divididas. Algunos aplauden la medida como una forma de preservar la laicidad y evitar la politización de los eventos deportivos, mientras que otros consideran que restringir la libertad de expresión religiosa de las jugadoras es injusto y discriminatorio.

A medida que el debate continúa en Francia y en otros lugares, es evidente que el tema de la religión en el espacio público seguirá siendo objeto de discusión y controversia. Mientras tanto, las jugadoras de fútbol en Francia deberán cumplir con la prohibición del hiyab si desean participar en los partidos organizados por la FFF.