Durante la reciente cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Puerto Iguazú, Argentina, los presidentes de Argentina y Brasil expresaron su desacuerdo con la postura ambiental de la Unión Europea (UE) en las negociaciones del acuerdo comercial entre ambos bloques. Consideraron que la visión presentada por la UE es parcial y excesivamente centrada en aspectos ambientales, lo cual resulta inaceptable para ellos.
El presidente argentino, Alberto Fernández, en su papel de anfitrión de la cumbre, destacó que la UE presenta una perspectiva limitada del desarrollo sostenible, poniendo demasiado énfasis en las cuestiones ambientales. Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que el documento adicional presentado por la UE en marzo, que contiene exigencias medioambientales relacionadas con el sector agropecuario, genera preocupación y desconfianza en los países del Mercosur.
Ambos líderes sudamericanos dejaron claro que no están interesados en acuerdos que perpetúen el papel de proveedores de materias primas y recursos naturales, como minerales y petróleo, sin la posibilidad de agregar valor a sus productos. Consideran que esto los relegaría a un rol secundario en la economía global, mientras otros países industrializan y venden dichos productos a precios exorbitantes.
La intención de la UE y el Mercosur de establecer un tratado de libre comercio ha sido objeto de negociaciones arduas durante más de dos décadas. A pesar de haber alcanzado un acuerdo de principios en 2019, el tratado aún no ha sido ratificado. Sin embargo, el documento adicional presentado por la UE en marzo ha generado preocupación en los países sudamericanos y ha llevado a un estancamiento en las negociaciones.
Además de los presidentes de Argentina y Brasil, también asistieron a la cumbre el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, y el paraguayo, Mario Abdo Benítez. Cabe destacar la presencia del presidente de Bolivia, Luis Arce, cuyo país busca convertirse en miembro pleno del Mercosur. La participación de Bolivia en la cumbre demuestra la relevancia y la aspiración de otros países sudamericanos por formar parte activa de este bloque económico y político.
La cumbre del Mercosur evidenció una vez más las divisiones entre los países miembros sobre temas como Venezuela, donde existen diferencias en las posturas políticas. A pesar de ello, el enfoque principal de la reunión fue el descontento compartido por Argentina y Brasil respecto a la postura de la UE en las negociaciones comerciales. Este impasse representa un obstáculo importante para el avance de un tratado de libre comercio entre los bloques y evidencia la necesidad de seguir dialogando y buscando soluciones que satisfagan a todas las partes involucradas.
