China ha tomado dos medidas significativas en respuesta a lo que considera un aumento de la hostilidad por parte de Estados Unidos. Estas acciones se producen antes de la visita de la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, a Pekín para mantener contactos oficiales. Aunque la reciente visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dejó la impresión de que ambos gobiernos habían alcanzado un entendimiento, la guerra tecnológica entre las dos mayores economías del mundo continúa intensificándose.

El gobierno chino ha endurecido los protocolos de exportación de dos metales clave para la fabricación de semiconductores: galio y germanio. Estos minerales son considerados críticos para la seguridad y la economía por el gobierno de Estados Unidos, ya que son fundamentales para la producción de cables de fibra óptica, vehículos eléctricos, chips de alta velocidad, radares, sensores, satélites y dispositivos militares y de radiocomunicación. China es el principal productor mundial de estos minerales, con más del 95% de la producción de galio y el 67% del germanio. La medida entrará en vigor el 1 de agosto y requerirá una licencia específica para su exportación.

El Ministerio de Comercio de China afirma que estas restricciones tienen como objetivo proteger la seguridad y los intereses nacionales. Además de las multas, aquellos que violen esta medida podrían enfrentar penas de prisión. Wei Jianguo, viceministro de Comercio entre 2003 y 2008 y actual vicepresidente del Centro para los Intercambios Económicos de China, advirtió que si las restricciones a la tecnología de alta gama continúan, los contraataques también aumentarán.

Estas acciones se suman a los esfuerzos de Estados Unidos por restringir el acceso de China a tecnologías avanzadas. El gobierno estadounidense está considerando endurecer las exportaciones de chips de inteligencia artificial a China, lo que dificultaría aún más la obtención de tecnologías clave para el país asiático. Además, más de 500 empresas chinas de chips, inteligencia artificial, aeroespaciales y de la aviación han sido incluidas en la lista negra de Estados Unidos, lo que les prohíbe acceder a tecnología y componentes estadounidenses sin la aprobación de Washington.

La visita de Janet Yellen a China tiene como objetivo mejorar las relaciones bilaterales. Sin embargo, el embajador de China en Estados Unidos instó a Yellen a abordar las principales preocupaciones de China en los campos de la economía y el comercio. Expertos citados en medios chinos y occidentales sugieren que si las reuniones no son fructíferas, ambos países podrían anunciar más sanciones.

La autosuficiencia tecnológica es uno de los desafíos más importantes que enfrenta China en medio de las actuales tensiones. El Partido Comunista chino ha fortalecido su control sobre el sector tecnológico y ha anunciado medidas para limitar el acceso de Occidente a ciertos materiales y tecnologías en industrias clave. China busca promover una «apertura de alto nivel» de su economía y proteger legalmente la inversión extranjera, pero también está dispuesta a tomar medidas restrictivas contra actos que pongan en peligro sus intereses.

La escalada de tensiones entre China y Estados Unidos plantea desafíos significativos para la cooperación económica y tecnológica mundial. Ambos países continúan adoptando medidas para proteger sus intereses y promover su propia agenda tecnológica, lo que podría tener consecuencias importantes en los mercados globales y en la geopolítica internacional.