El futuro político de Donald Trump ha estado en el centro de la atención desde que fue acusado por tercera vez de graves cargos, que incluyen conspiración contra Estados Unidos y fraude contra los electores. Estas acusaciones son mucho más serias que las anteriores, relacionadas con falsificación de documentos y apropiación de documentos secretos. La pregunta que muchos se hacen es cómo afectará todo este proceso a la campaña electoral y a la nominación republicana.

Desde la perspectiva de los republicanos, hay un núcleo duro de seguidores de Trump que parecen inmutables ante las acusaciones. De hecho, Trump ha aprovechado el proceso para recaudar donaciones para su campaña, lo que sin duda beneficia su recaudación entre esta base leal de seguidores. Sin embargo, estas acusaciones pueden desanimar a votantes indecisos y a republicanos que temen que los juicios afecten las posibilidades de Trump de ganar contra el actual presidente, Joe Biden.

En cuanto a las encuestas, Donald Trump sigue siendo el candidato más popular entre los republicanos, y todo indica que ganará las primarias para convertirse en el aspirante republicano. Sin embargo, se encuentra en empate con Biden en términos de popularidad general, lo que muestra una competencia reñida.

Las fechas de los juicios están fijadas para marzo y mayo de 2024, justo en el periodo en el que los partidos determinan a sus candidatos en las primarias. Esto plantea la pregunta crucial de si los juicios terminarán antes de las elecciones. Donald Trump, sin duda, intentará retrasar los veredictos para que no haya una sentencia en su contra antes del final de la campaña electoral.

En cuanto a los argumentos que presentará Trump contra las acusaciones, es probable que invoque su derecho a la libertad de expresión, aunque esto puede tener un alcance limitado en este proceso. Será más interesante ver si puede convencer a los jueces de que realmente creía que había ganado las elecciones, lo que podría influir en las intenciones que se le atribuyen en las acusaciones.

Una pregunta que muchos se hacen es si Trump puede ser presidente nuevamente si es condenado. Según la Constitución de EE. UU., no hay muchas restricciones en cuanto a los requisitos para el cargo de presidente, lo que implica que, en teoría, podría ser presidente incluso si está encarcelado como delincuente convicto.

Sin embargo, si Trump es elegido mientras el juicio sigue su curso, esto podría dar lugar a una crisis constitucional sin precedentes. Sería una lucha de poder entre el poder judicial y el ejecutivo, y la independencia del sistema legal y el Departamento de Justicia podrían ponerse a prueba.

En relación con la polémica autoindultación que Trump ha anunciado, la opinión jurídica generalmente aceptada es que no es posible, pero la Constitución no ha clarificado esta cuestión. Sería el Tribunal Supremo el que tendría que tomar una decisión definitiva al respecto.