Un día como hoy, se cumple un año más del fatídico asesinato de María Elena Moyano, destacada activista y líder comunitaria peruana que luchó incansablemente por los derechos de las mujeres y la justicia social en su país. Moyano nació en Lima, Perú, en 1958, en una familia de clase trabajadora, y desde joven se interesó en la política y la lucha por la igualdad.
A lo largo de su vida, Moyano trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de vida de las comunidades más pobres de Lima, especialmente en el distrito de Villa El Salvador. Esta área, ubicada en la periferia de la ciudad, fue fundada en la década de 1970 por migrantes que buscaban una vida mejor en la ciudad. Sin embargo, las condiciones de vida en la zona eran extremadamente difíciles, con falta de servicios básicos como agua potable, saneamiento y vivienda digna.
Moyano se unió a la lucha por los derechos de las mujeres y la justicia social en Villa El Salvador en la década de 1980, convirtiéndose en líder de la Federación de Mujeres de Villa El Salvador. Como líder comunitaria, Moyano luchó por la creación de centros de salud y la mejora de los servicios de educación y transporte en la zona. También abogó por la creación de empleos y oportunidades económicas para las mujeres y los jóvenes de la comunidad.
Además de su trabajo comunitario, Moyano también se involucró en la política nacional, uniéndose al Partido Unificado Mariateguista (PUM). Como miembro del PUM, Moyano trabajó para construir una sociedad más justa y equitativa en Perú, y fue una defensora apasionada de los derechos humanos y la democracia.
Sin embargo, la lucha de Moyano por la justicia social y la igualdad no fue fácil. En una sociedad profundamente patriarcal y machista, enfrentó la violencia y la discriminación de género en muchas formas. Desde falsas acusaciones hasta ataques físicos, Moyano pasó por una serie de reprimendas que buscaban frustrar sus intentos por generar un cambio en su distrito y en su país.
Trágicamente, la vida de Moyano fue cortada abruptamente en 1992, cuando fue secuestrada y asesinada por el grupo terrorista Sendero Luminoso. Sin embargo, su legado perdura en la lucha por la justicia social y los derechos humanos en Perú y en todo el mundo. Hoy en día, Moyano es recordada como un ejemplo inspirador de liderazgo y coraje, y su trabajo sigue inspirando a generaciones de activistas y defensores de los derechos humanos. La «madre coraje», como se le apodaba, es una figura que debemos rescatar.
Buena iniciativa de recordar a tan maravillosa Mujer, digna de admiar y seguir su camino.
Me gustaMe gusta