El devastador terremoto de 6.8 grados ha dejado estragos para el país vecino: 14 muertos registrados (uno en el Norte del Perú), al menos 400 heridos y daños materiales devastadores. Registrado a las 12:12, el movimiento telúrico tuvo su epicentro en el municipio de Balao, en la provincia de Guayas, la cual es fronteriza con nuestro país. Dentro de las ciudades más afectadas se encuentran Machala y Cuenca.

Las edificaciones destruidas siguen el patrón de ser los domicilios de las personas más pobres, cumpliendo pocos de los protocolos de seguridad necesarios para servir como hogares en una zona bastante propensa a sismos de alta magnitud. «Su familia quedó aplastada (…) Hemos perdido 5 familias. Somos personas pobres, humildes (…)» declaró uno de los afectados para Deutsche Welle.

Por su parte, el gobierno ecuatoriano ha declarado un «Estado de emergencia sin restricción de derechos». Guillermo Lasso, presidente de la nación afectada, declaró la medida por medio de un video colgado en su cuenta de Twitter.

En el plano internacional, el gobierno brasileño anunció su disponibilidad para brindar ayuda a las personas afectadas por el desastre natural. Lula Da Silva afirmó que su «disposición a prestar toda la cooperación posible a las autoridades de los dos países para atender la emergencia humanitaria», según un comunicado publicado este domingo por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país carioca.