El alcalde de Trujillo, Arturo Fernández, ha sido rechazado por los gremios periodísticos después de atacarlos públicamente. La situación ha generado una gran preocupación en la sociedad y ha generado un debate sobre la libertad de prensa y la responsabilidad de los funcionarios públicos.
El pasado 19 de abril, el diario La República publicó una noticia en la que se detalla cómo el alcalde Fernández, de la agrupación política Somos Perú, atacó a los gremios periodísticos por su cobertura sobre la gestión municipal. Según la información, el alcalde dijo que los periodistas de Trujillo eran «unos vende patria» y que no hacían nada por la ciudad.
El rechazo de los gremios periodísticos no se hizo esperar. El Colegio de Periodistas de La Libertad emitió un comunicado en el que condenó los ataques del alcalde y expresó su preocupación por la situación. En el mismo sentido, la Asociación de Periodistas de Trujillo también se pronunció y exigió respeto por la labor periodística.
Este tipo de actitudes por parte de los funcionarios públicos son preocupantes, ya que van en contra de la libertad de prensa y la transparencia en la gestión pública. Los periodistas tienen el derecho y el deber de informar a la ciudadanía sobre los actos y decisiones de los funcionarios, y los ataques personales como los del alcalde Fernández son un intento de silenciarlos y de impedir que cumplan con su labor.
Es importante destacar que la libertad de prensa es un derecho fundamental en una democracia y que su protección es esencial para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública. Los funcionarios públicos tienen la responsabilidad de rendir cuentas a la ciudadanía y de respetar el trabajo de los periodistas, quienes son los encargados de informar a la población sobre la gestión pública y de denunciar posibles irregularidades.
En este sentido, es necesario que los gremios periodísticos se mantengan firmes en su defensa de la libertad de prensa y que exijan respeto por su labor. Asimismo, es fundamental que los ciudadanos apoyen la labor de los periodistas y denuncien cualquier intento de censura o de ataques contra ellos.
La actitud del alcalde Fernández demuestra la importancia de una cultura de respeto y tolerancia en la vida pública. Los funcionarios públicos tienen la responsabilidad de ser líderes y modelos a seguir, y sus acciones y palabras deben reflejar los valores democráticos y de respeto a los derechos humanos. El rechazo de los gremios periodísticos al alcalde es una señal de que la sociedad está dispuesta a defender la libertad de prensa y la transparencia en la gestión pública, y que no permitirá que los funcionarios públicos atenten contra estos valores fundamentales.