Anteriormente, gran parte de los productos de consumo diario eran fabricados en China. El gigante asiático podía jactarse de poseer en sus redes de producción gran parte de la fabricación mundial. Sin embargo, en los últimos meses son muchas las empresas que han visto con buenos ojos acercarse a nuevos países para fabricar ahí sus productos. ¿Estamos ante una nueva tendencia?
La multinacional estadounidense Apple ha trasladado gran parte de su producción a India y Vietnam. La compañía de la manzana busca evitar las interrupciones en la cadena de producción vividas durante su estadía en China y, además, paliar la situación social generada en el país asiático por las difíciles condiciones laborales que han enfrentado los trabajadores chinos.
Y es que, ya se por la tensión política-comercial entre Estados Unidos y China, la ventaja comparativa al pagar salarios laborales en India o Vietnam o por la media de edad entre los trabajadores de China, grandes empresas del mundo comienzan a ver con buenos ojos el «mudar» sus procesos productivos a estos países antes que mantenerlos en China.
India ha visto esta nueva tendencia con buenos ojos: la tercera economía asiática ha estado ofreciendo incentivos financieros a las empresas que deseen mudar sus procesos productivos a este país. DHL y Vedanta Resources son algunas de las empresas que ven con buenos ojos mudar sus procesos al país de Asia del sur. A pesar de la buena noticia, India todavía tiene que pelear contra la corrupción y burocracia, males que azotan todo su sistema económico.
Vietnam, por su parte, ha llevado a cabo un plan estratégico para construir un plan de producción integrado masivo de acá al 2030 que lo posicione como un país clave en la producción comercial a nivel mundial. Este país ha fomentado fuertemente la inversión extranjera y se ha posicionado como una gran opción para las empresas occidentales. No obstante, el cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual sigue siendo uno de los grandes problemas que tiene que afrontar este país.
Los próximos años mostraran que tanto cambiará la producción mundial esta «mudanza» masiva de empresas occidentales. Solo el tiempo nos dirá si China logrará ser desplazada de su puesto como hogar predilecto en la fabricación de productos.